Vivir en un limbo de felicidad continua y ser consciente de ello hace que cuando algo te hace topar con la realidad caigas en modo montaña rusa y dejes de sonreír por unos días. Y la gente, acostumbrada a verte siempre con la curvatura en los labios y oyéndote reir desde kilómetros de donde estás se extraña, y te pregunta, y te da la sensación de que no tienes ningún derecho a estar así. Y es que en realidad es así, porque la vida no va a ser siempre ese limbo en el que vives y es lo que hay. Algún día te tocará relativizar la felicidad y disfrutar de verdad de las pequeñas cosas si no quieres hundirte. No valdrá entonces vivir de la nostalgia si no quieres acabar en el pozo.
Entonces topas con un día gris y casi decides voluntariamente fundir tu estado de ánimo con el día y retroalimentarte, regodearte en él, sentir que te rasca la espalda. Quizás porque no has podido desahogarte, porque te da vergüenza hacerlo, porque casi te da vergüenza sentirte así. Porque lo mejor que podrían hacer contigo es pegarte un tortazo para que con él se fueran volando todas las tonterías que tienes en la cabeza. Porque en el fondo no son más que eso, nimiedades, preocupaciones del mañana contra las que poco o nada puedes ni podrás hacer más que afrontarlas si algún día resulta que finalmente se hacen realidad.
Con todo lo que me ha ido pasando desde que escribí las últimas líneas por aquí y ha tenido que ser hoy y en este estado cuando me he decidido a llenar el blanco de la nueva entrada de blogger. Con la de canciones que podrían haber pasado y no lo han hecho, para acabar poniendo la que inaugura el último disco de The national, un disco que nunca pensé que me iba a costar tanto escuchar entero pero que poco a poco me atrapa. Que tendré la oportunidad de ver en directo, si los benditos solapamientos no lo impiden, en la próxima y apetitosísimas edición del Primavera Sound. Una canción y un disco que de repente hoy se me hicieron imprescindible y me resultan la banda sonora ideal para acompañar este pequeño desahogo. Prometo volver positiva.
ÁNIMO!! Y te puedo yo asegurar que se acaba relativizando la felicidad. En realidad no acaba siendo cuestión de felicidad o infelicidad, si no de proyección del ser. Jó, que espiritual me ha quedado eso!!!
ResponderEliminarYo reconozco que aun con el disco en el duro disco no lo escuché, lo reconozco. Con el tiempo he acabado por relativizarlo todo y dejar que las cosas fluyan y nos arrastren (rollo hippy vamos). La canción por eso me ha encantado aunque el tono de su voz me acabe resultando un poco monótona en general, lo siento. Te dejo esta para equilibrar el decaimiento, es la que ha sonado todo el día hoy en casa; fíjate que contradicción.
http://www.youtube.com/watch?v=VmLl21gZjfM
ABRAZOS FUERTES!!
Gracias bboyz, estas líneas salieron de un momento en el que no había podido desahogarme del todo a raíz de un triste hecho a mi alrededor. Pero sí, lo de relativizar la felicidad es, en el fondo, lo que acabamos haciendo todas las personas positivas. Porque yo incluso en momentos difíciles he conseguido ser feliz por alguna vía, me considero afortunada por haberlo conseguido la verdad.
EliminarLa voz de Matt tiene a veces este cariz monótono que puede hacer que sientas así las canciones, te entiendo. Pero no sé por qué esta canción tiene algo que me atrapa, que me fascina, que me resulta hastas purificador, no sé qué será.
Me encanta lo que me has dejado, por cierto.
Un abrazo!!
Estas cosas van así, querida. Oye, me has dejado flipado con poner The National. Llevo tres días sin parar de ponerme otra vez sus primeros discos porque estuve con un amiguete que no los conocía y se quedó encantado. Molts besets y arriba.
ResponderEliminarJeje no les conocías?? Son muy muy buenos, muy interesantes musicalmente (para ser pop) y la voz de Matt es increíble. Alguna favorita??
EliminarMolts besets y gracias por los ánimos!!
Seguro que hacer la entrada te ha venido muy bien :)
ResponderEliminarYo no se si eso de ponerme musica los dias tristes ha acabado para mi o volverán. Como que ahora me veo impulsada a todo lo contrario, a levantar el animo y no hundirlo más. Pero reconozco que era bonito :).
Ya tengo comprobado que un concierto integro de los national no es para mi. Con ellos no tengo termino medio, mira que me aburren muchas de sus canciones y otras me hacen llorar. Y sin embargo este disco me encanto en su día, aunque me quede solo con algunas canciones.
Me parto con bboyz jaja....muy chulo el video, bueno la cancion ;)
besos!!
Pues sí, la verdad es que escribir estas líneas fue el primer paso para desahogarme y que todo pasara en poco tiempo.
EliminarJejeje yo es que parezco masoca, me encanta aún regodearme con música triste cuando estoy triste, no sé si es en el fondo porque hay tanta música triste bonita que cuando más la disfrutas es en estas situaciones.
Pues fíjate lo que te comentaba el otro día, que las nuevas cancioens me gustan y me gsuta como suenan en directo, pero de repente suena algo como "I'm afraid of everyone" y se me ponen los pelos de punta. Te diré que a veces con los grupos tenemos épocas.
Un besote!!!
Nena, hay que tener días malos también. Son necesarios para tener días buenos... No te avergüences si los tienes, ya verás que luego tu sonrisa brilla más.
ResponderEliminarTemazo, qué quieres que te diga. Veo que los días malos bien aliñados son días buenos también :P
Cuánta razón tienes. En cuanto todo pasó al día siguiente sentí como si quisiera comerme el mundo, de verdad, lo valoras muchísimo más. Me alegro de que te guste la canción, es preciosa la verdad!
EliminarLa música como terapia, como jarabe salvífico, como espejo de nuestros sentimientos, como nido donde dormir
ResponderEliminarTotalmente, como terapia, para alegrarnos aún más cuando estamos alegres o acabarnos de hundir cuando estamos tristes y necesitamos un desahogo inmediato. Cura del alma.
EliminarÁnimo preciosa. La verdad es que a mí me pasa un poco así. Tengo muchos motivos para estar feliz, pero no puedo evitar tener días en que todo lo veo negativo y me hundo en la miseria porque encima tengo la insana costumbre de no querer compartir nunca con nadie mis problemas. Me los como yo solita siempre,y no soy capaz nunca de pedir ayuda a nadie. Y para esos días me veo incapaz de intentar levantarme el ánimo con música alegre, necesito la música más triste que exista. Es como si me gustara regodearme en ese estado de ánimo!
ResponderEliminarPD: Espero y deseo que en tu próxima entrada hayas recuperado tu buen humor habitual :D
PD2: Yo no veo la canción adjunta...
Muchas gracias guapa!!! Es normal tener algún día tonto, y la verdad es que lo mejor es desahogarse y quedarse a gusto, después todo se ve de forma diferente, incluso valoras tu propia felicidad de otra manera. Mira que a mí me costó hablar y desahogarme, lo hice con las dos personas a las que tengo más confianza ahora mismo en el mundo miedosa de que no me entenderían y me tomarían por imbécil pero no fue así para nada. Fue toda una salvación y una cura.
EliminarComo ves, a mí también me gusta regodearme con música triste en días así. No será porqué hay tanta música triste bonita que lo mejor es disfrutarla en días así??
Un besote!!!
PD: lo prometido fue deuda y volví bien optimista, casi que te lo dedico, jeje, la canción además te gustará.