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jueves, 17 de mayo de 2012

Des-Pi-De - Maga

Sábado 12 de mayo, noche más cálida de lo habitual para ser mayo, primer día en que desenterré mis adoradas sandalias. Entre varios eventos musicales en la ciudad y alrededores, un discreto y casi no anunciado concierto de una de mis bandas predilectas en la pequeña sala Ramón Romagosa de Cornellà. Tras una odisea para conseguir las entradas que sufrió sobretodo mi amiga Adriana, con quien compartí el evento y a la que tengo que agradecer su enorme paciencia, que pasó por casi no encontrar el evento por internet, caer por casualidad en la página del ayuntamiento de la localidad vecina y descubrir que había que llamar al mismo para comprarlas, contactar con ellos tras tres intentos (y pensar "Con la administración nos hemos topado!!"), poner cara de póker cuando informaron de que para comprarlas había que hacer una transferencia bancaria que finalmente no hubo necesidad de hacer y estar hasta cinco minutos antes buscando donde estaban las taquillas del teatro para cogerlas; allí estábamos, esperando un concierto muy familiar, casi un privilegio, algo muy cercano a lo que finalmente vivimos.



Unos veinte minutos más tarde de la hora programada, tras las cortinas del teatro empezaban a sonar los acordes de la preciosa "Un mundo en un cuadrado", de su primer EP "Bidimensional", y los pelos ya se me pusieron de punta. Se abrió el telón al empezar la letra y ahí aparecieron los sevillanos en sus posiciones, en un ambiente un tanto extraño al estar todos nosotros sentados y en silencio sepulcral. Una situación que resultó aún más extraña al sonar una fantástica versión más guitarrera que la original de la mítica "Astrolabios" (única del segundo disco que sonó), tras la cual Miguel Rivera se arrancó a pedirnos con toda la gracia del mundo que nos levantáramos todos y nos pusieramos delante del escenario, reclamo al cual acudimos velozmente ante las ganas reprimidas de movernos y cantar al son de sus temas más movidos. Presentaron principalmente su último disco, "Satie contra Godzilla", con canciones como el pegadizo single "El ruído que me sigue siempre", hicieron que se me saltaran las lágrimas con las melancólicas "La balsa" y "Silencio", del disco anterior, "A la hora del sol", y acudieron a su disco de debut a por dos de las más reclamadas, "Piedraluna" y la dulce y tierna "Diecinueve", volvieron a su primer EP con "Des-Pi-De", una de mis favoritas y la que acompaña esta entrada; para finalmente volver a acudir a ese primer disco y poner al final el recinto patas arriba con ese temazo que es "Agosto esquimal".


En sus más de diez años de carrera la banda ha mostrado una clara evolución del pop más electrónico presente en sus primeros temas a sonidos más guitarreros y contundentes presentes en sus últimos trabajos. Una evolución que testimonia su  fantástico directo, en el cual sus primeros temas sustituyen sintetizadores por guitarras pero siguen sonando de maravilla. A nivel de discos, personalmente quizás considero que los últimos no son tan redondos como ese disco de debut que se marcaron allá por el año 2002, pero en ellos siempre encuentras un buen puñado de preciosas canciones. Y en directo sonaron de maravilla, con la preciosa voz de Miguel infalible, las guitarras y el bajo en su sitio, sin estridencias, potentes cuando lo pedía la canción, íntimos en sus temas más tranquilos. Además mostrando una enorme simpatía y carisma sobre el escenario, que nos puso a todos en el bolsillo a los pocos minutos, mostrándose cálidos y cercanos, llegando a la cima en la última canción, en la cual Miguel se sentó al borde del escenario invitándonos a todos a acercarnos a él y cantar ese tema que todos nos sabíamos de memoria.


Con su directo me recordaron por qué siento tanta debilidad por ellos. Porque fue un concierto que me llegó al alma, que me arrastró con ellos, que sacó a flote todos mis sentimientos, que me hizo vibrar, cantar, saltar, reír y llorar. Todo un torrente de emociones durante una hora y media, del cual salimos con una sonrisa en los labios y esa sensación de "Ay!! - mirando al cielo" similar al que se queda en ti tras despedirte de alguien especial. Además en un contexto casi íntimo, muy familiar, sintiéndonos todos privilegiados de haber presenciado algo así. Un concierto del cual pasaron los días y aún no olvido las sensaciones vividas. Del cual acabé con dos preciados trofeos en mis manos, la setlist escrita a mano y un cartel. Todo ello en buenísima compañía, y en una gran noche en la que, además, lo pasamos de maravilla.


Des-Pi-De by Maga on Grooveshark



jueves, 22 de septiembre de 2011

Silencio - Maga

Una de las extrañas y aburridas costumbres que tengo es, por una aún más extraña razón, es darle la bienvenida a las estaciones. Y esta vez casi que se me pasa, casi se me olvida, cuando es uno de los pasos más significativos del año. Los días cada vez más cortos empezaron a dar la señal, la bajada de temperaturas de esta semana preparan el ambiente, y como cada año por estas fechas, la melancolía empieza a coparlo todo. Porque el otoño es melancolía, una cierta tristeza, que por suerte se hace más llevadera llenando la agenda de los próximos meses de los buenos conciertos que toman la ciudad en Noviembre.

Para darle una buena bienvenida, me vienen a la cabeza muchos temas de Maga. Sus canciones tienen siempre un toque melancólico, aunque muchas de ellas ni lo busquen y lo disfracen con un cierto ritmo y electrónica. No sé si serán las guitarras, la voz aguda pero tristona del cantante o directamente las melodías. Y entre sus canciones, quizás esta sea de las más tristes y melancólicas, de las que si te pillan en un día un poco sensible te hacen salir las lágrimas. Pero ello no quita que sea preciosa, bellísima, con letra marca de la casa, una combinación directa al corazón. Pertenece a su último disco, "A la hora del sol", publicado el año anterior, quizás en su conjunto un poco más flojo que los anteriores, pero con algunas canciones tan destacables como esta. Que la disfrutéis.

jueves, 17 de marzo de 2011

Diecinueve - Maga

Si en música internacional muchas veces llego tarde, con la española ya ni os digo. Porque hace relativamente poco que empecé a escuchar a este grupo y, desde que lo hago, me tienen encandilada. Quizás sea una de las propuestas musicales que más me han enganchado estos últimos dos meses. Y me doy de cabezazos por no haberles descubierto antes, cuando ya llevan diez años de trayectoria musical, casi nada.

Procedentes de Sevilla, Maga son un trío de indie pop con múltiples influencias anglosajonas, melodías y acordes con una cierta melancolía, una voz aguda particular, de esas que puede gustar mucho o no gustar nada, y unas letras que son poesía en estado puro. Tres elementos que definen su música y con los que han publicado cuatro álbumes y dos excelentes EPs.

De su debut, conocido como "Blanco", del año 2002, procede esta canción. Me costó escoger una canción para inaugurarlos por aquí, porque son muchas, y no sólo de este álbum, las que me han calado. Pero con esta empezó todo. Porque con esos ecos a Radiohead y a Muse, presentes en muchos otros de sus mejores temas, era imposible que me resistiera. Porque me llega hasta el alma y me hace sentir mil cosas, porque no me canso de escucharla, víctima fácil del modo repeat de cualquier reproductor. Y porque su letra, como la de casi todas las canciones, es una preciosidad (para que yo me fije...). Espero que os guste, y si es así, os invito a escuchar el resto del álbum.