domingo, 30 de septiembre de 2012

Strange thunder - Howlin' rain

Sin quererlo, sin buscarlo, aunque quizás ahora esta semana nos dé una pequeña tregua, ya está aquí el otoño. De hecho vino hace una semana de manera discreta, tocando a la puerta, enseñando la patita para que le dejáramos pasar. A regañadientes, viendo como ponía ojitos de gatito de Shreck, pero finalmente le dejamos, conscientes de que no podíamos decir que no. Y se hizo lugar entre nosotros bajando las temperaturas, obligándonos a cubrirnos los pies, a coger el paraguas. Haciendo que el último fin de semana de septiembre en el cual tenía que darme mi último baño del año en Mallorca y con él clausurar el verano se convirtiera en el fin de semana de inaguración del otoño. Cogiendo almendras del árbol y tostándolas en el horno, volviendo a saborear con ganas el delicioso caldo de mi madre (y las croquetas que de él derivan, quizás las mejores del mundo) pero acompañando el segundo plato con el último gazpacho del año, viendo el cielo gris sobre las aguas blanquecinas y cristalinas de las playas, sintiendo la lluvia caer sobre el toldo del patio de mi casa como si se acabara el mundo.

Mal que me cueste, se merece una bienvenida, sí, y más después de haberme pasado la semana pasada acompañando los días grises con esta canción tan otoñal, de nombre otoñal y de grupo con tan otoñal nombre. Una canción que empieza dulce, perezosa, lenta y pausada,  pero que va cogiendo ritmo y la rabia rock propia del sonido de estos californianos al avanzar, abarcando casi nueve minutos de música. Como una lluvia que empieza acercá dose, con cuatro gotas, pero poco a poco se deja acompañar de truenos y relámpagos y coge fuerza con ellos. Una de las joyas de ese "The russian wilds" que es el último trabajo de esta banda. Espero que os guste.

Strange Thunder by Howlin Rain on Grooveshark

martes, 25 de septiembre de 2012

Definitely clean - The dream syndicate

Ha sido un día duro, sí, porque después de un fin de semana largo como el pasado resulta difícil volver a la realidad. Tres días (y sobretodo, noches) de numerosos amigos, incontables buenos momentos, risas, cervezas, vinos y mojitos, paseos, alegría, sorpresas, luz y color, de una ciudad rebosante de gente y de vida, de mil actividades; una fiesta de despedida al verano de categoría. Y como no podía ser menos en la Mercè, mucha música, especialmente con el festival Barcelona Acció Musical (BAM) del cual años anteriores siempre he dado alguna pincelada, pero este año también fuera del festival en sí, por haber podido disfrutar al fin de Marlango. Pero la gran noche de conciertos fue la del pasado viernes, en la excelente compañía de JMHulme y Vanessa. Una noche en la cual disfrutamos en pça Reial de una fantástica noche de rock con los conciertos de dos formaciones californianas, una nueva y una veterana, Howlin' Rain y The dream syndicate; para después coger el metro y plantarnos en el Forum para ser de los valientes que estuvimos viendo a Maika Makovski a las 3 de la madrugada, que como recompensa nos ofreció un gran concierto (como no podía ser menos).

Cada año en la Mercè me llevo una gran sorpresa, y este año ese lugar lo ocupan los veteranos. Sí, porque sin conocer casi ni una canción, tras la encarecida recomendación por parte de los grandes bboyz y Johnny Dibud, decidimos quedarnos a ver a The dream syndicate, a ver qué tal. Sobre el escenario, cuatro elegantes músicos rondando la cincuentena pero con ganas de darlo todo, que volvían a tocar juntos después de la friolera de 25 años. Por lo que he sabido más tarde, se trata de una formación de principios de los años 80 que en su momento quizás pasó desapercibida y a la sombra de las tendencias del momento, pero apreciada por muchos amantes de los sonidos de toda la vida. Porque su música suena, sobretodo, atemporal, y lo que es aún más meritorio, sin dejar sensación de "dejà vu". Toda una locomotora rock que puso patas arriba el difícil escenario de pça Reial, que durante hora y tres cuartos de concierto nos hicieron bailar sin parar, sonreír y disfrutar de buenas guitarras y buenas canciones.

Me sería imposible decir qué canciones sonaron porque no las conocía, pero al buscar y escuchar su mítico disco "Days of wine and roses" del año 1982 me topo con "Definitely clean" y la reconozco como una con la que lo pasamos en grande. Una canción alegre, bailonga y vital, que acompaña la entrada, ya que para escuchar mi favorita, "Halloween", podéis ir a la fantástica crónica que Johnny Dibud le ha dedicado al concierto del día posterior en Valencia. Si aún no los conocéis, nunca es tarde para hacerlo.

Definitely Clean by The Dream Syndicate on Grooveshark

jueves, 20 de septiembre de 2012

Flower - Amos Lee

Mañana gris, tarde gris, probablemente noche gris. Aire frío entra por la ventana, mis pies en sandalias empiezan a sentir sus últimos días de libertad. Otoño amenazante por la ventana, invitación al recogimiento, señal de inminente final del verano. Se acabó, muchachos, las fiestas de la Mercè este fin de semana servirán para darle una buena despedida en forma de conciertos y mil actividades al aire libre, amigos, comidas y reencuentros, cervezas, quizás algo de vino, siempre y cuando la habitual lluvia de la época nos lo permita.

En momentos como estos es fácil caer en la reflexión, en el análisis del momento, tras la euforia estival y vacacional. Y con el análisis, las conclusiones, darte cuenta de las cosas que no funcionan, que quizás no tienen arreglo, que hay que asumirlas tal cual. Con ello, la motivación se desvanece y aparece el hastío, las ganas de evasión, los pensamientos de huída, a corto o largo plazo. Aunque a dónde vas a ir, con lo puesto, con lo que te rodea. Cuando no tienes ganas de empezar de cero ni de seguir con aquello que te hastía, cuando ves el final cada vez más difuso, te adormeces en un letargo que puede hacerse eterno. Los ojos se cansan de mirar sin atender, la cabeza de dar vueltas innecesariamente, las piernas de estar cruzadas horas y horas en la misma silla.

Quizás más tarde salga el sol, vuelva esa claridad preotoñal tan triste como el gris que ahora impera. O una tímida noche estrellada coja asiento privilegiado y se lleve todos estos pensamientos. Lo que está claro es que hay días que deberían desaparecer del mapa o al menos pasar mucho más rápido de lo que lo hacen. Y que hay dos opciones: regodearse en las penas con canciones tristes como esta (por escoger una al azar), o intentar forzar la salida del sol de manera tranquila con temas como esta delicia del "Mission bell" de Amos Lee, que tan curativo está siendo en estos momentos.

Flower by Amos Lee on Grooveshark

martes, 18 de septiembre de 2012

Do the trick - Dr. Dog

Dr. Dog es una de esas formaciones que, en cierta manera, pasan desapercibidas. Los he ido conociendo y explorando poco a poco, y con el tiempo resultan una banda que, al escuchar sus discos, se me hace imposible quedarme con un solo tema. Su rock ligero con sabor añejo, sonriente y soleado, de voz perezosa y melódicas y luminosas guitarras, es toda una fábrica incansable de excelentes y variados temas. Ya hablé maravillas de su anterior trabajo, aquel que me los descubrió, el "Shame shame" del año 2010, y dos años después vuelven con un destacable álbum a la altura del anterior, del cual me es difícil escoger el tema con el cual presentaroslo como toca.


Como muchos buenos discos, quizás por lo impregnada que estaba de los sonidos sesenteros del anterior disco, de primeras me dejó un poco indiferente. Pero con las escuchas fui descubriendo mil matices que hicieron que, de nuevo, quedara atrapado al modo repeat del reproductor de turno. Sin perder la esencia ni suponer un giro estilístico, esta colección de canciones suena quizás un tanto más rockera que sus precedentes. Sólo como base, como matiz, porque en el fondo encontramos esos mismos elementos de siempre. Con una primera mitad brillante, nos topamos con guitarrazos intensos como los presentes en "These days", tierna dulzura en "How long must I wait", o deliciosos coros en "Get away" o "Do the trick" (finalmente la afortunada para acompañar la reseña). Quizás pierda intensidad y flojee un poco en su segunda mitad, aún así temas como el rítmico "Big girl" o el obstinado "Over here, over there" mantienen el tipo y las ganas de seguir escuchándolo.

Ahora que el verano nos da sus últimos coletazos, que intentamos aprovechar su últimos momentos, que nos damos nuestros últimos baños y disfrutamos de las últimas veladas sin cubrirnos los hombros, quizás sea el momento ideal para saborear estas canciones, con nostalgia de los buenos momentos vividos estos meses en nuestros ojos y alegría por haberlos disfrutado. Canciones soleadas para escuchar antes de que todo se cubra de gris y el otoño nos impregne con toda su gris esencia.

Do The Trick by Dr. Dog on Grooveshark

jueves, 13 de septiembre de 2012

The first time I ran away - M. Ward

Cuando pensé en dedicar este mes a repasar algunos de los discos más destacados de este año y que hasta ahora no había mencionado, uno de los primeros por los cuales me decidí a hacerlo fue por el octavo disco de la carrera en solitario de M. Ward, llamado "A wasteland companion" y publicado a finales del pasado mes de marzo. Un disco en el que nos encontramos con ese mismo M. Ward que a muchos nos encandiló especialmente con sus anteriores trabajos "Post-war" y "Hold time". Ese M. Ward que posee ese buen hacer que bebe y se recrea en los mejores sonidos de los años 50 y 60 desarrollado tanto desde su vertiente más rockera como desde la más romántica e intimista, a medio camino entre el folk y el pop-rock.


Un disco que parece como si tuviera dos partes diferenciadas. Una primera, compuesta por cinco canciones, mucho más luminosa y movida, en la que cuenta con la colaboración en dos de sus temas, "Me and my shadow" y la versión del clásico de Daniel Johnston "Sweetheart", de su compañera en She & Him Zooey Deschanel, y en la que se atreve a versionar a su manera el tango "Adios muchachos" transformándolo en una alegre melodía rockera al más puro estilo años 50, cercana a ese espléndido "Roll over Beethoven" con el que nos hace mover las caderas al final de sus directos. Canciones para sonreir y bailar un rato viajando en el tiempo, dulces y agradables.

Pero a partir del sexto corte el rumbo cambia de repente y aparece el M. Ward más íntimo, más romántico, más delicado y cercano al folk. Es el momento de abandonar la pista de baile y cerrar los ojos dejándose llevar por su irregular voz, su guitarra y los elementos de producción colocados delicadamente. Ahí es donde vienen la delicada "A wasteland companion", ese ensoñador "Crawl after you" en el que aparece a mitad de la misma una bonita tradicional melodía celta que yo toqué al violín de adolescente o ese final "Pure joy" que le da el broche final.

Y encabezando esta segunda parte, la delicia del disco, la canción que acompaña esta entrada y la que vale todo el disco. La primera que nos adelantó allá por febrero, y que me enamoró a la primera. Una canción emocionante, sencilla pero capaz de hacerte sonreír y arañarte el alma a la vez, con todo lo mejor de él. No veo el momento de volver a disfrutarle en directo. Espero que os guste.



Canciones anteriores:
- Post-war
- Hold time


jueves, 6 de septiembre de 2012

I'll be alright - Passion pit

Ante la avalancha de próximos lanzamientos discográficos que acaecerán este otoño, quisiera continuar este mes de septiembre repasando aquellos que han sido editados este año y aún no han tenido su merecida reseña por estos lares. Siguiendo en la línea del anterior post, hoy hablo de otro de mis discos de este verano, "Gossamer", segundo trabajo de esta banda norteamericana de electropop a la que justo me enganché a principios de este verano, que hace relativamente poco que pasó por aquí y que al poco de engancharme a su disco de debut editaron su segunda entrega, por lo que probablemente haya sido una de mis bandas de este verano.




Siguiendo con la premisa de hace dos días, sobre la dificultad del segundo disco, estamos otra vez ante una reválida superada. Poniendo los mismos elementos de pop electrónico alegre, sin pretensiones y hecho con buen gusto que caracterizaron su debut en la coctelera, han dado lugar a doce nuevos temas que consiguen transmitirnos esas mismas sensaciones de buen rollo y alegría. Lo cual no deja de resultar curioso si tenemos en cuenta el historial de trastornos mentales y cierta tendencia al suicidio que presenta su cantante, que le ha llevado a suspender varios conciertos de su gira por razones, según él mismo comentó en su momento, “de salud mental”. 

Debe de ser la música su vía de evasión, de escapatoria, o quizás ello es el secreto de ese sonido tan desenfadado y desacomplejado que caracteriza este conjunto. Presentado con un  excelente single con las revoluciones un poco más bajas de lo esperado pero potente , ese “Take a walk” que nos puso a todos a la expectativa y con ganas de más, se desglosa con una variedad de temas, desde esa bomba que es “I’ll be alright”, que acompaña la reseña, hasta el dulce “On my way”, pasando por los coreables estribillos de “Carried away”, “Love is greed” o “Hideaway”, la potencia de “Mirrored sea” o volviendo a bajar un poco las revoluciones con “Constant conversations” o “It’s not my fault, I’m happy” para dejarnos reposar un poco, aún sin dejar de sonreír. Ese rosa difuminado de la portada probablemente sea todo un reflejo de lo que alberga.

Un álbum repleto de sintetizadores brillantes y variados, de coros alegres y participativos, y con la misma luminosidad y alegría de su debut pero sin hacerse repetitivos ni monótonos. Quizás falte un “The reeling”, absoluto temazo del anterior trabajo, pero en su conjunto llega al mismo nivel del mismo. Probablemente uno de los álbumes de este verano, ideal para olvidarse de todo y sonreír por un momento. Espero que os guste.

martes, 4 de septiembre de 2012

Someday - Two door cinema club

Qué difícil es siempre un segundo disco, especialmente cuando has hecho un primer trabajo brillante y se espera de ti algo igual o mejor. Más aún cuando tienes todo un séquito de gente a quien encandilaste y quieren más, y que a su vez son los más fáciles de decepcionar. Muchos sabéis que en cuanto este trío norirlandés apareció en la escena musical, hace dos años, se convirtieron en uno de mis novedades favoritas por entonces, que incluso tuve oportunidad de disfrutar en directo. Pasado el tiempo, vuelvo a escuchar su primer disco una y otra vez y sus canciones siguen haciéndome bailar y sentir mil cosas. Pero llegó el momento de la reválida, del segundo trabajo, que en cuanto estuvo disponible por la red me lancé a escuchar.


De primeras, como curiosamente me ha sucedido con muchos de mis álbumes favoritos, no me llamó la atención, quizás incluso podría decir que me decepcionó. Me pareció que le faltaba quizás algo del ritmo que tenía el primer trabajo. Pero tras tres escuchas, sentí necesidad de volver a darle al play otra vez. Algo tenía que finalmente me atrapó.

Presentado con un sencillo tema con algo menos de revoluciones que los grandes trallazos de su disco de debut, en este "Beacon" se nos presentan los mismos elementos que los han hecho triunfar. Guitarrazos agudos marca de la casa, electrónica en su justa medida, melodías pegadizas y dulces, estribillos con los que dejarte la garganta, momentos más tranquilos y más cañeros en una misma canción y muy buen rollo y ganas de hacer bailar a todo aquel quien los escucha. Todo ello sin dejar sensación de dejà vu ni de repetición, ni tampoco aportando grandes novedades a su sonido, en un equilibrio que deja las canciones en un punto medio que finalmente resulta agradable. A temas más tranquilos como "Sun" o los dulces "Settle" y "Spring" le acompañan otros más épicos como "Pyramid", uno de mis favoritos, y un buen puñado de trallazos, sinó en su conjunto, en los estribillos, como el trio inicial "Next year", "Handshake" y "Wake up", o este enérgico "Someday" que es otra de mis favoritas, heredera al 100% del sonido de su primer disco y la que escojo sin ninguna duda para presentar el disco. Un trabajo ideal para alegrar estas últimas semanas de verano, llevar mejor la vuelta a la rutina y encarar el otoño con buen humor. Espero que os guste.

Someday by Two Door Cinema Club on Grooveshark