Dr. Dog es una de esas formaciones que, en cierta manera, pasan desapercibidas. Los he ido conociendo y explorando poco a poco, y con el tiempo resultan una banda que, al escuchar sus discos, se me hace imposible quedarme con un solo tema. Su rock ligero con sabor añejo, sonriente y soleado, de voz perezosa y melódicas y luminosas guitarras, es toda una fábrica incansable de excelentes y variados temas. Ya hablé maravillas de su anterior trabajo, aquel que me los descubrió, el "Shame shame" del año 2010, y dos años después vuelven con un destacable álbum a la altura del anterior, del cual me es difícil escoger el tema con el cual presentaroslo como toca.
Como muchos buenos discos, quizás por lo impregnada que estaba de los sonidos sesenteros del anterior disco, de primeras me dejó un poco indiferente. Pero con las escuchas fui descubriendo mil matices que hicieron que, de nuevo, quedara atrapado al modo repeat del reproductor de turno. Sin perder la esencia ni suponer un giro estilístico, esta colección de canciones suena quizás un tanto más rockera que sus precedentes. Sólo como base, como matiz, porque en el fondo encontramos esos mismos elementos de siempre. Con una primera mitad brillante, nos topamos con guitarrazos intensos como los presentes en "These days", tierna dulzura en "How long must I wait", o deliciosos coros en "Get away" o "Do the trick" (finalmente la afortunada para acompañar la reseña). Quizás pierda intensidad y flojee un poco en su segunda mitad, aún así temas como el rítmico "Big girl" o el obstinado "Over here, over there" mantienen el tipo y las ganas de seguir escuchándolo.
Ahora que el verano nos da sus últimos coletazos, que intentamos aprovechar su últimos momentos, que nos damos nuestros últimos baños y disfrutamos de las últimas veladas sin cubrirnos los hombros, quizás sea el momento ideal para saborear estas canciones, con nostalgia de los buenos momentos vividos estos meses en nuestros ojos y alegría por haberlos disfrutado. Canciones soleadas para escuchar antes de que todo se cubra de gris y el otoño nos impregne con toda su gris esencia.
Sí que es verdad que han pasado algo desapercibidos, me queda todavía por (re)conocerles, gracias por recordármelos.
ResponderEliminarEs envidiable la imaginación que le echan estos chicos de Pennsylvania para darle la vuelta como a un calcetín a su cancionero Folk; y sacarse de la manga , un disco tan variado sin perder un ápice de su personalidad.
ResponderEliminarPara mi , uno de los mejores discos de este año. Y sí , vale la pena escucharlo una y otra vez , para descubrir la cantidad de secretillos bien escondidos que tienen sus arreglos.
Sergio, pues que algo me dice que te van a encantar, ya verás
ResponderEliminarbboyz, que sepas que fuiste el primero que me informó de que tenían nuevo disco (y aún da gracias) y quien primero habló del mismo. Con tu comentario sin duda comnpletas las impresiones sobre el disco. Es de esos que hay que escuchar varias veces para acabar de engancharlo pero cuando lo consigue, es una pasada.
ResponderEliminarEste verano lo oí mucho, especialmente on the road camino de Galicia. A la mayor de mis nanas le gusta mucho precisamente esta canción que has puesto. Me parece un buen disco aunque sin pasarse. Eso sí, me llaman más la atención los cortes finales, alguno me recuerda a los mejores Beach Boys del "Pet sounds". Recibe besets siempre.
ResponderEliminarSabía que este grupo y este disco te gustaría, qué gracia que a tu niña le gustara precisamente esta canción, no sé si es mi favorita porque "These days" tiene algo que me vuelve loca, no sé por qué a mí me tira más la primera parte, pero tienes razón que la segunda tiene ecos más sesenteros, sí. Aún con todo, me alegro de habértelo descubierto.
ResponderEliminarMolts besets!!