Hay canciones que, si te enganchan jovencita, desconciertan un poco. Pero sin saber por qué ni cómo, sientes una enorme atracción hacia las mismas, en su momento te enganchan, te hacen sonreir. Pero al volver a escucharlas al cabo de mucho tiempo te vuelven a desconcertar pero sientes que tienen algo muy especial, y entonces no sabes si son los recuerdos que te traen o que has crecido y eres capaz de asimilar muchas más cosas de las que asimilabas por entonces, en esa tierna y dura adolescencia que muchos hemos tenido.
Reencontrarse con algunas canciones implica también, en muchas ocasiones, reencontrarse con videoclips de esa época en la que sí estabas por la labor de verlos y disfrutarlos. De repente alguien cuelga en el facebook tal videoclip con tal canción y dices "Uau, cuánto tiempo!". Como el caso de esta canción, un éxito del año 1997 que venía acompañado de un curiosísimo vídeo en blanco y negro que casi recordaba más que la propia canción. Un tema curioso, como poco, variado, mezcla de muchos sonidos y con una curiosa grabación de voz, que disfruté como una enana rememorándolo y sintiendo que me gustaba mucho más de lo que me gustó en su momento. Espero que os guste.