jueves, 29 de marzo de 2012

Elephant gun - Beirut

No había caído hasta hace pocos días en que este año cumplo la edad que corresponde al día de mi cumpleaños, 29 años el 29 de marzo. Una de esas chorradas que, en cierta manera, me hacen sonreír. Más cuando precisamente es un año en el que he decidido no organizar nada especial ni las mil fiestas, cenas y celebraciones que suelo hacer cada año. Empezando la cuenta atrás para el cambio de década, cero traumas, para qué? Eso quedó en la adolescencia.

Si la chiquilla de la foto pudiera ver por una mirilla hacia el futuro lo que iba a ser de ella a esta edad, no sé si sería lo que esperaba o no, quizás esta chiquilla fuera ya por entonces como se manifestaría con los años, sin agobios por el futuro o por hacerse mayor, simplemente dejándose llevar por las oportunidades que surjan y disfrutando de la vida y de lo que le rodea. Muchas cosas, pero, habrán cambiado en ella, sobretodo esa valentía insospechada que con la edad muchos, por suerte, acabamos desarrollando. Algo de lo que estar contenta, algo que te acerca a la libertad verdadera.
Quería celebrar este día con alguna de mis canciones favoritas, con alguno de mis grupos favoritos, sin importarme cuántas veces hubiera aparecido. Y que fuera una canción luminosa, primaveral como estos días, primaveral como siempre ha sido este día durante toda mi vida, yo que nací con la primavera y quizás gracias a ello nunca pierda la sonrisa. Me vino a la cabeza esta preciosidad del fantástico "Long Island EP" de Beirut, una canción que siempre me hace sonreir y pensar en lo afortunada que soy de todo lo bueno que me rodea, aún cuando la vida nunca es de color de rosa. Espero que la disfrutéis.

Elephant Gun by Beirut on Grooveshark

miércoles, 28 de marzo de 2012

Museum of flight - Damien Jurado

Cuando voy de conciertos, suelo anticiparme bastante y planearlos con tiempo, comprando la entrada con antelación y guardándome aquel día como un tesoro. En pocas ocasiones he decidido acudir a un concierto a última hora, casi de manera impulsiva, pero el pasado viernes 23 de marzo hice la excepción y  me animé a ir a ver a este grande del folk de Seattle. Me sonaba el nombre, había escuchado alguna canción, pero lo tenía pendiente, no le había dado demasiada coba. Pero a lo largo de la semana, ante la perspectiva de que mi amiga y compañera de trabajo Esther tuviera una entrada y me hiciera ilusión acompañarla, la intensa recomendación por parte de mi amiga Viola y una bonita entrevista y concierto en un programa de radio 3, empecé a escuchar con ahínco su música, especialmente sus últimos discos. Al hacerlo, poco a poco caí en sus redes, hasta que, llegado el día del concierto no pude resistirme a comprar la entrada, más siendo en un teatro pequeño en Badalona, lo cual prometía un recital muy bonito. Finalmente nos juntamos Esther, dos amigos suyos y yo, pasando una agradable velada, al margen de lo estrictamente musical. 


Sin duda, fue una decisión muy acertada, porque fue un gran concierto. En dos formatos, con banda y gran sonido en su primera parte, en la que se interpretaron en orden todos y cada uno de los temas de su fantástico último disco, "Maraqopa"; y una segunda parte íntima y al desnudo, él sólo con su guitarra interpretando algunos de sus temas anteriores más míticos. Tanto una como otra sonaron de maravilla. La primera reproduciendo todos los matices corales e instrumentales del disco, sonando especialmente intensas aquellas más sonoras como "Nothing is the news", la preciosa "Life away from the garden" o "Reel to reel", e íntimas y bellísimas las más delicadas, como "Working title", "This time next year" o mi predilecta, "Museum of flight", que como no podía ser de otra manera acompaña esta mini-reseña. Y la segunda muy íntima y emocionante, sonando preciosos sus temas al desnudo, consiguiendo que no echáramos en falta los arreglos que las acompañan en los discos. Cayeron canciones como "Sheets, "Rachel&Cali", "Ohio" o la preciosa "Cloudy shoes", y acabó con un fantástico regalo por parte de Damien en forma de unplugged, guitarra en mano y paseo por el pasillo central del teatro al compás de "Arkansas", uno de esos momentos que después no logras olvidar nunca. Volvió la banda al escenario para despedirse, con él subido a la silla dirigiéndolos, en un momento realmente curioso y divertido; para después plantarse un bis él solo otra vez.

Por lo que he leído, se ve que en Madrid estuvo inusitadamente divertido, aquí quizás estuvo más sobrio y parco en palabras, aún con algún toque gracioso como cuando un bebé en el público empezó a llorar antes de que empezara "Museum of flight" y él soltó un "Don't cry, please, it will be over soon" que nos hizo sonreír. Pero yendo al aspecto musical, que es finalmente lo importante, estuvo impecable, ganando especialmente su voz respecto a lo que he podido apreciar en disco. Según Esther, que sabe mucho más de música de lo que yo, por mucho que lo intente, lograré saber nunca, este hombre, al cual por cierto no le gusta hacer conciertos, posiblemente sea uno de los padres de este folk que abanderan estas formaciones actuales como Bon Iver que tanto me gustan, y sin duda se nota en cada uno de sus matices que es muy grande. Nunca dejaré de agradecer el poder haber disfrutado de él en directo en esta ocasión.

Museum Of Flight by Damien Jurado on Grooveshark


lunes, 26 de marzo de 2012

A movement between these two - Hola A Todo El Mundo

Con una semana de retraso, y con varias acumuladas, llega esta mini-reseña del concierto que se ofreció el pasado 17 de marzo en la sala Salamandra 1 de L'Hospitalet de Llobregat, dentro del Let's festival, en el que actuaron el dúo Facunda, la súper-banda Litoral (que cuenta con miembros de La habitación roja o Tachenko) y la formación madrileña Hola A Todo El Mundo, a la que tenía muchísimas ganas de ver. Tres conciertos en una noche que resultó larga en cuanto a duración pero no en percepción, en un ambiente de buen rollo que generaron las tres bandas, cada una en su estilo pero enlazadas de manera muy coherente. De la primera no había ni oído hablar, y resultó un aperitivo agradable, una propuesta de pop-folk simple con voz femenina y guitarra acústica, que cuenta sobretodo con el plus de la voz de la cantante, llamada Nieves Arrilla, y unas letras cotidianas la mar de curiosas. A Litoral los había visto de refilón hace casi un año, y su propuesta de folk cantado en catalán y con un aire muy mediterráneo, presentada con 8 músicos sobre el escenario, ya me había gustado por entonces. Pero lo disfruté mucho más de cerca, con todos los instrumentos sonando en su lugar y una preciosa aura de sabor primaveral en todas sus canciones. No se convertirán en mi banda favorita pero siempre es agradable toparse con ellos.


Con bastante retraso debido a problemas técnicos (que más tarde comprobamos que se trataba del mecanismo automático de la cortina del escenario, que dejó de funcionar), a eso de la 1 de la madrugada salieron Hola a todo el mundo con intención de darlo todo sobre el escenario. Con una intención muy clara: hacernos felices y que, por un espacio de una hora y poco, nos olvidáramos de todos nuestros problemas y simplemente disfrutásemos de ese buen rollo que, si ya supura en sus canciones, resulta aún más patente en directo. Empezaron y acabaron el concierto con un intenso instrumental, y entre ambos, desgranaron casi todo su EP "Estela castiza", cantado en español, y algunos de los temás más relevantes de su homónimo disco de debut, cantado en inglés. Fueron desfilando por el escenario "Hatem prayer team", "Current road", "Making your mum your best friend" o "Estela castiza", dejando hueco para presentarnos y hacernos partícipes de un tema inédito, "Looking for Oblivion", del cual se preocuparon de hacernos aprender su estribillo. Cabe destacar, entre sus miembros, la versatilidad de la chica violinista, que pasaba de este instrumento a la flauta y a diversos instrumentos de percusión, pasando por los coros, varias veces incluso a lo largo de una misma canción. Algo con lo que, sinceramente, disfruté muchísimo.


Quizás el colofón, para mí, llegó de cara al final, con algunas de mis favoritas como "Número nadie", el himno "A movement between these two", que he elegido para acompañar la entrada o la colosal "León comunión", casi seguidas. Un colofón para una hora y poco de auténtica felicidad, de buen rollo a raudales, que nos hizo bailar y movernos, sonreír y cantar. Os tengo que decir, pero, que para mí casi que lo mejor de la velada fue compartir todo esto con una de mis mejores amigas, Eva, que aceptó acompañarme al concierto habiendo escuchado dos o tres canciones, y a la que finalmente le gustó mucho y las dos lo pasamos en grande. Me encanta cuando me pasan estas cosas, cuando logras transmitir tu entusiasmo por algo con alguien a quien aprecias y resulta que lo consigues, y esa persona lo disfruta casi tanto como tú.

La receta de Hola A Todo El Mundo es muy sencilla en realidad, sus canciones son mucho más simples de lo que parecen a primera vista, pero su conjunto es bellísimo, haciéndonos ver que, finalmente, son casi algo único. Y además, nos lo demuestran de sobras con su intenso directo. A ver qué nos deparan en sus próximos discos, pero si siguen así, les deseo una larga vida.

jueves, 22 de marzo de 2012

Autumn sweater - Yo la tengo

Mirar atrás es, en ocasiones, muy peligroso. Mirar atrás y abrir paulatinamente los ojos, ver la luz donde antes había ceguera absoluta. Haber dejado pasar el tiempo, estar rodeado de circunstancias diferentes, y que estas mismas te hagan darte cuenta de cosas que quizás sabías pero no querías ver. Porque si hay algo aún más peligroso que mirar atrás de esa manera, es la ceguera, más cuando es tan voluntaria e inconsciente que no puedes ni tan sólo plantearte que la padeces. Ceguera que te hace soportar cosas que siempre, cuando te las habías planteado, habías dicho aquello de "Esto no lo paso!!" con toda indignación. Ceguera aún más ciega de percepción, ceguera que te ayuda a justificar lo injustificable, ceguera que te anula sin que te des cuenta, ceguera que finalmente empapa todo aquello relacionado con la causa de la misma.

Ceguera tan intensa que duele el día que desaparece y vuelven a topar los rayos de luz sobre la retina. Un dolor que resta sobre ti durante mucho más tiempo del que podrías pensar, que arrastras sobre la siguiente persona que se tope en tu camino, que inocentemente pagará los platos rotos por algo que no ha hecho. Ningún manual ni nada puede allanar el camino, sólo el tiempo y la paciencia ajena. Porque, finalmente, ¿quién no ha padecido nunca este tipo de ceguera? Afortunado aquel que no lo haya sentido.

En este extraño inicio de primavera que estamos teniendo, aunque en el fondo no me molesten para nada estos días grises y lluviosos, a raíz de un hecho ajeno de una amiga muy cercana surgen estas reflexiones por mi cabeza. Porque casi que me han venido a la cabeza a la vez que este gris y precioso tema de Yo la tengo, quizás mi favorito de su repertorio, de su disco "I can hear the heart beating as one" del año 1997. Un tema relajante y sugerente a la vez, con un punto de oscuridad, para acompañar la lluvia y ver, sin ceguera, el mundo a tu alrededor. Espero que os guste.

Autumn Sweater by Yo La Tengo on Grooveshark

martes, 20 de marzo de 2012

Roman - Housse de Racket

Por mucho que a lo mejor el día se ponga raruno y de repente las lluvias hagan acto de presencia y la temperatura bajé un tanto, llega esta tarde oficialmente la ansiada primavera. Por mucho que estas últimas semanas hayan sido un auténtico aperitivo de la misma, por mucho que ya hayamos empezado a enterrar bufandas y jerseis gordos, aún faltaba que hiciera acto de presencia de verdad y dijera aquello de "Aquí estoy yo". Pues, como cada año, bienvenida sea, motivo de celebración y de alegría, por mucho que no nos dé la bienvenida como esperamos, se lo perdonamos.

Porque la primavera es renacimiento, son tardes cada vez más luminosas y largas, ganas de tomar el sol sin achicharrarse, verde y flores de mil colores por todos lados, hora de desenterrar la ropa más fresca y volver a meter progresivamente los abrigos en buen refugio. Tiempo de sonrisas, de alegría, de tener más ganas que nunca de aprovechar el día y hacer mil cosas, de cerveceo y terrazas, de primeros y fríos baños en el mar y paseos por la montaña. No puedo evitarlo pero me pone de tan buen humor que no puedo pasar sin clamarlo a los cuatro vientos ni celebrarlo.

Para ello, una canción que me mueve y me pone de muy buen humor. Unos chavales franceses de la Kitsuné, que beben directamente y sin complejos de mis adorados Phoenix, pero con un toque quizás más fresco, más juvenil, incluso más electrónico si me apuras. Con unas ganas tremendas de hacernos bailar, sin inventar la fórmula de la Coca-cola pero sonando de maravilla. Con el tema que me los ha hecho conocer, a espera de la publicación de su disco de debut. Espero que os guste.

viernes, 16 de marzo de 2012

Give it away - Andrew Bird

Es hora ya de empezar a desmantelar las novedades de este 2012. Yo, que me resistía a que el blog se llenara en todo momento de novedades y finalmente me cuesta sucumbir ante tanta delicia con la que topan mis oídos. Entrados en el año, ha habido varios discos de viejos conocidos que me han apasionado, pero el caso de este multiinstrumentista de Chicago es algo tan particular que no puedo pasar sin hablar de él ni dedicarle una entrada. Una entrada que ha tardado en aparecer, ya que en cuanto vi algunos de sus vídeos en directo le guardaba un lugar, un post, que nunca llegó a materializarse. Pero hace cosa de unas semanas publicó el que es su séptimo álbum, y tras varias escuchas, caí totalmente rendida.

Cómo no caer rendida ante ese folk lleno de mil matices, experimentación e instrumentación. Sensibilidad y virtuosismo a dosis justas, texturas y sonidos diversos, y sobretodo, un violín sonando en todo momento, ese mismo violín que toca él, con el cual le vi en los vídeos en directo que me lo hicieron conocer a fondo y que tanto me entusiasmaron. Lo más curioso del caso es que lo conocía a través de varias canciones que sonaban por la radio, pero nunca me llegó a llamar la atención, hasta que vi esos vídeos que os comento, y que prometo poner en algún otro momento y volverle a dedicar otra entrada más adelante.

Para presentarlo, posiblemente la canción que más me ha cautivado de todo ese conjunto. Una auténtica belleza de tema, con interesantísimos cambios de melodía y de ritmo a lo largo de la misma, que la hacen aún más brillante. Con un violín combinando pizzicato y arco de igual manera, y una preciosa voz femenina (que si alguien sabe de quién se trata, estaría agradecida de que lo comentara) acompañándolo en todo momento y dándole un toque de luminosidad. Una delicia para acompañar estos días de pre-primavera tan bonitos que estamos teniendo, y esta felicidad y esta sonrisa que últimamente me cuesta abandonar.

Give It Away by Andrew Bird on Grooveshark

miércoles, 14 de marzo de 2012

Where is my mind - Pixies / Dos años de blog... y 500 entradas. Mil gracias a todos

Sí. El 26 de febrero de 2010 me embarcaba en esta pequeña aventura virtual que es empezar un blog de canciones. La intención inicial era postear una canción por día y acompañarla por un simple y breve texto. Han pasado ya dos años y 500 entradas, miro (y leo) los inicios y realmente noto un cierto cambio, en intención y formato, que no en espíritu. De la entrada por día he pasado a escribir con menos frecuencia, pero quizás más intensidad. El blog, aunque de manera menos asidua, sigue siendo algo importante en mi vida. Siendo, cada día más, una vía de escape, un lugar en el que desahogarme, expresarme, describir lo que desfila por mi cabeza. Finalmente un lugar en el que fusionar dos de mis pasiones, la música y escribir.

Pero tal y como no me canso jamás de decir, esto no sería lo mismo sin vosotros. Porque al final, y siento repetirme, sois lo mejor de esta experiencia. El intercambio de impresiones musicales, de sensaciones, de experiencias y el apoyo en el momento que lo he necesitado es algo que no tiene precio, y que os agradezco porque, finalmente, es lo que le da vida al espacio en sí. Y lo que me enseñáis y descubrís, ya sea a través de vuestros blogs o de la huella que dejáis aquí, tampoco tiene precio. Es por ello que me apetece llevar acabo esta doble celebración con un pequeño regalito en forma de canción (enlazada sobre vuestro nombre) que haya pasado por aquí a cada uno de los que vais dejando comentarios de tanto en tanto (ordenados alfabéticamente). Un detalle tonto, insignificante quizás, pero hecho con la misma ilusión con la que me planto delante del borrador cada vez que escojo una canción y con ella empiezo a escribir una entrada. La misma, o más, de la que tenía el primer día que lo hice.

- Para Adriano, de Me es indieferente, una de nuestras debilidades comunes, por el detalle de pasarse por aquí y dejar algún amable comentario de tanto en tanto llevando un blog con tantos seguidores.

- Para Archer, de Musicininmouth, una preciosa canción que me hizo especial ilusión compartir, por esos vastos conocimientos musicales que siempre nos regala.


- Para Bboyz1970, de Café, copa y puro, algo para calmar la nostalgia noventera, por ser un sol de persona, por su gran capacidad de rastreo musical y sus enormes conocimientos musicales.

- Para Boris, de Las cosas de Boris, un gran temazo del año pasado que compartimos, por esos oídos tan abiertos y desenfadados. 

- Para Carlos, de Discos pensados, una de uno de nuestros discos del 2011, por esa manera de describir los discos y los buenos descubrimientos que nos hace.

- Para iaGo, de Sondeando, uno de los conciertos que en diferente localización hemos compartido, por todos los grupos por los que compartimos pasión, que son bastantes, y mola.

- JMHulme, Vanessa y Julia, de Carretera61cortada, una de las canciones del mágico concierto que presencié el día que los conocí, por ser tan majos y por esa buena complicidad que, a pesar de habernos visto pocas veces en persona, me encanta que tengamos.

- Para Johnny, de Espacio Woodyjaggeriano, un enorme clásico que compartimos, como no podía ser menos, por su grandísima amabilidad, atención y por tener siempre buenas palabras para mí.

- Para Lapor, de (Historias agridulces) de cine y otras culturas, de una de sus divas en una grandísima escena musical y cinematográfica, por sus siempre interesantes aportaciones, su gran sensibilidad y ese carácter tan abierto y jovial que me encanta.

- Para Luísa Tomás, de Lo pensaré mañana, algo de alguien que le encanta, por dejar de tanto en tanto sus impresiones de las cosas cotidianas que comento y sus fantásticos textos.

- Para Menlove Avenue, de Batidos de cinco dolares, de uno de los grupos que más hemos disfrutado en directo, por nuestras debilidades compartidas y nuestra pasión desinhibida por ellas.

- Para Midori, de All that you can't leave behind, un temazo que casualmente posteamos el mismo y día y compartimos sensación, por esa manera tan particular de compartir sus sensaciones y asociarlas a momentos musicales.

- Para Midas, de Exquisiteces, uno de los descubrimientos más deliciosos que me ha hecho (entre muchos), por esa amistad en la distancia que nos une, esas fabulosas sesiones de radio-patio a horas intempestivas y el apoyo que siempre me ha mostrado, desde el inicio, una de las personas que más han facilitado que este espacio haya llegado hasta hoy.

- Per la meva amiga Míriam, per haver-me acompanyat a aquell concert, per pulular per aquí de tant en tant, que saps que em fa molta il.lusió, perquè t'acompanyi ara a la teva nova aventura per Vitòria, que et trobarem molt a faltar.

- Para Mundosub, de Not to forget, uno de nuestros recuerdos compartidos, por estos más de diez años de amistad y, sobretodo y nunca me cansaré de repetirlo, por haberme impulsado para empezar este blog. Él fue, en principio, mi primera inspiración, y le tengo muchísimo que agradecer. 

- Para MucipA, de su blog homónimo, una de uno de sus grupos favoritos, por esa gran sensibilidad, esos oídos tan abiertos y su gran amabilidad. 

- Per la Rateta, de La RaTeta Miquey Blog, una que sé que t'encanta, per seguir passant-te per aquí, tot i no conèixer la majoria de coses que poso, però sempre amb bon rotllo i agraits comentaris.

- Para Royaleconqueso, de Malditas noches, por haberme recordado ese fantástico disco, y por dejar toda su simpatía y complicidad por estos lares.

- Para Savoy Truffle, de My kingdom for a melody, uno de los mejores descubrimientos que me ha hecho, por compartir sus impresiones y sus acertadas recomendaciones.

- Para Silvo, de La vida en sonidos, otro gran clásico que sé que le gusta mucho, por escuchar las canciones día a día, sus oídos abiertos y sus amables comentarios.


- Para Sergio, de Ideario de un "superehore", una de las míticas de uno de sus favoritos, por ese buen rollo que siempre transmite.  

- Para Sergi, de Una noche con, al que echamos mucho de menos, una de las mejores canciones que me recordó y que me da energía por un tubo, por esa naturalidad y desenfado que le caracteriza.

- Para Txarls, de Music is my girlfriend, uno de los mejores descubrimientos que me ha hecho (que no son pocos), uno de los conciertos que hemos compartido (que tampoco son pocos) y una de nuestras debilidades compartidas (que tampoco escasean), por haberse convertido en uno de mis mejores amigos, una de las personas a las que más aprecio y con quien mejores ratos comparto. 

- Para Uri, de Me suena que lo he leído, uno de los grupos a los que gracias a él empecé a prestar especial atención hasta que me han acabado encantando, porque echamos de menos esos brillantes textos con los que nos deleita y esperamos que esté de vuelta pronto, para que lo anime en las largas horas de estudio, por su tremenda personalidad, llena de ironía y buen hacer, que resulta ser en persona aún mejor.

- Para Viola Tricolor, de Los colores de los pensamientos, una preciosa canción que siempre me recordará a los días que estuvimos en Madrid en su casa, por haber encontrado en ella a una buena amiga en la distancia, por esos fantásticos mails kilométricos que nos cruzamos y por ser una persona tan espléndida.

- Para Victor Hugo, de Du-dum-dum, un grupo que, rastreando por su blog, he descubierto que es de las pocas personas que lo ha mencionado, por esa gran creatividad que nos ofrece y su gran amabilidad.

Es muy probable que me haya dejado a alguien, despistada irremediable como soy, lo siento de antemano. Quisiera agradecer también a aquellos que pasan por aquí y escuchan las canciones, aunque no dejen huella, esperando que disfruten de hacerlo. Y finalmente quisiera acompañar esta celebración con un temazo, de esos en mayúsculas, de esos enormes y atemporales, de esos que tienen la virtud de gustar mucho a todo el mundo que lo conoce y, de no conocerlo, atrapar a las primeras escuchas a casi todo aquel que tenga su primer contacto con él. Ese gran hit de Pixies, esa guitarra inconfundible del principio, esa energía contenida que va bordando a medida que avanza, ese conjunto tan especial que hace de un tema tan simple algo tan grande. Por muchas más entradas y muchos más años de vida en este humilde espacio, siempre bien acompañado de vosotros, como no podría ser menos. Mil gracias a todo el mundo.

Where Is My Mind? by Pixies on Grooveshark

lunes, 12 de marzo de 2012

Reunion - M83

De los conciertos a los que acudo, algunas veces voy un poco a la expectativa, a ver qué tal. Comprar la entrada tras un arrebato, porque el último disco de la banda de turno te tiene tan atrapado que no puedes contener el deseo de hacerte con ella (y más aún si de repente te topas con alguien de tu alrededor que siente la misma necesidad - léase mi amiga Adriana, vieja compañera de conciertos, con quien hacía tiempo que no iba a ninguno y lo pasé en grande), aún sin saber muy bien si será el conjunto de tu agrado. Pero ahí estás, te lanzas un poco a la aventura, llega el día y el misterio se desvela. Y lo mejor de todo es cuando, en tal contexto, te llevas un auténtico sorpresón y ves algo mucho más alucinante de lo que pensabas que ibas a presenciar. Esto fue exactamente lo me sucedió con el concierto de la banda de Anthony Gonzalez el pasado viernes 9 de marzo en la sala Razzmatazz. Un proyecto musical que, gracias a un himno como "Midnight city" y un excelente último trabajo, provocaron cambio de sala inicial del concierto por una de mayor capacidad y, aún así, agotaron entradas pocas semanas antes. Creo que ni el propio Anthony Gonzalez se cree aún lo que le está sucediendo a su carrera musical. 

Con un sonido técnicamente casi impecable (y meritorio en una sala como la Razzmatazz, que en ocasiones adolece de un sonido mejorable), nos ofrecieron, durante una casi hora y media que se nos hizo demasiado corta, todo un delirio de electrónica digerible y enérgica y dream pop, a medio camino entre el baile desmesurado y el vuelo mental. Y todo desde el minuto cero, desde esa "Intro" del último disco con la que empezaron dejando las cosas muy claras y metiéndonos a todos de un golpetazo en el concierto, sin posibilidad de vuelta atrás, ni licencia para aflojar ni un sólo momento. Fueron capaces de poner patas arriba toda la sala con un instrumental como "Year one, one UFO" para después regalar un momento de calma y ensueño con "We own the sky", por poner un simple ejemplo. Hubo varios momentos cumbres, pero sin duda el que casi todos esperábamos, el "Midnight city", fue de éxtasis general, sobretodo gracias a la aparición inesperada de un brillante saxo, presente y clave en el final de la canción en su grabación de estudio, que con su improvisación nos dejó a todos con los pelos de punta. Todo para acabar con otro instrumental potente, "Couleurs", con los cuatro de la banda entregados al cien por cien, dándolo todo. Un claro ejemplo de feedback entre público y banda.

Y es que tan importante es el papel de Anthony, simpático y agradecido con el público en todo momento (y, no lo negaré, la mar de mono, debilidades que tiene una), como el de los tres músicos que le acompañan. Pura energía en el escenario, con una batería potente y clave en el sonido de las canciones (quizás uno de los elementos que más me gustan de su música), un bajista vital y sobretodo, a mi parecer, una teclista, Morgan Klibby, con una voz preciosa, sin la cual las canciones, sin lugar a dudas, no serían lo mismo. Eché en falta especialmente una de mis favoritas, "Don't save us from the flames", pero realmente no me importó. Salimos todos de la sala alucinados, casi sin palabras, conscientes de que habíamos presenciado algo muy, muy grande. Personalmente no deja de sorprenderme como algo con este sonido, tan electrónico, puede llegar a gustarme tanto. Quizás sea ese deje ochentero, esa guitarra potente que acompaña muchos de sus temas, o ese toque de elegancia francesa (porque probablemente la electrónica francesa sea, finalmente, la única que me entra). Sea como sea, aunque en disco (a excepción del último) no me convencen al cien por cien, en directo me tienen más que ganada. Además con el añadido de que repiten presencia en Barcelona en el próximo Primavera Sound, donde si ningún solapamiento importante lo impide, volveré a estar ahí con ellos, porque se lo valen. Y para acompañar esta mini reseña, otro de los temas del último disco que más me gustan, otro de los momentos clave del concierto.

Reunion by M83 on Grooveshark

miércoles, 7 de marzo de 2012

Spitting games - Snow patrol

La vida, sin lugar a dudas, son épocas. Y además, no sólo eso, sinó que estas son diferentes para cada uno de nosotros, en función de todo aquello que hayamos vivido. Para los que hemos estudiado, estas se suelen dividir de manera claramente académica, y más tarde laboralmente, que es como yo personalmente las he acabado delimitando hasta ahora. Pero las épocas también pueden venir delineadas por lugares diferentes, personas diferentes a nuestro alrededor, incluso algunos podrían definir épocas en función de emociones determinadas. Sea como sea, muchas veces es inevitable mirar atrás con una cierta nostalgia y hacernos aquella típica pregunta de, ¿volveríamos atrás en algún momento?

Respuestas posiblemente habría tantas como personas se platearan esta cuestión. Muchas veces, charlando con mis amigos de la universidad, alguien deja ir ese comentario de "Los años universitarios fueron los mejores". Delante de tal afirmación, quizás porque tengo la perpetua sensación de que ahora mismo estoy viviendo la mejor etapa de mi vida, sonrío pensando en los buenos recuerdos, pero tengo muy claro que no. No sólo eso, sinó que creo que nunca volvería atrás a ninguna época de mi vida, al menos en el punto en el que estoy ahora. Volver a estudiar, con lo que me costó en su momento, volver a aprender todas las cosas de la vida de nuevo, volver a pasar por las pocas cosas negativas que ha habido, no. Quizás sea una tónica en mi vida, o quién sabe, quizás en el futuro sí que mire atrás, rememore estos últimos años y esta época de mi vida y sienta deseos de volver a trás y volver a vivirlo todo de nuevo. Pero puede que el pasado no sea más que una película con la que esbozar una tierna y nostálgica sonrisa, fuente de inspiración, anecdotario infinito, y sobretodo base desde la que partir; jamás un lugar al que volver, a no ser que quisiéramos cambiar alguna cosa, cuando en algunos momentos quizás sentimos esa irrealizable necesidad.

Todo ello a colación de todo lo que me vino a la cabeza al volver a escuchar, después de muchos años, esta preciosa canción, del "Final straw" de Snow patrol; una de las canciones de mis años universitarios, una de las canciones de mi vida, y aún hoy en día una de mis predilectas, de las que más me hacen sentir, con esos "Uuuuhhhh" constantes. Y lo mejor de todo ha sido comprobar que todo lo que quería plasmar cuando empecé a redactarla mentalmente hace unos días es lo mismo que había dejado en las notas del borrador de esta entrada el día que me rememoraron esta canción, hace ya casi dos meses. Espero que os guste.



Canciones anteriores:
- Run

lunes, 5 de marzo de 2012

Ara / L'home sol - Sense sal

No deja de resultar curioso cómo algunos de los mejores directos que he visto este último año, o al menos en los que mejor lo he pasado, han venido de grupos que empecé a escuchar gracias a recomendaciones particulares, especialmente focalizadas en los directos. Ya me pasó con Beach house, con Maika Makovsky y ahora con una formación catalana jovencísima y bastante desconocida llamada Sense sal. Ocho chiquillos entre 16 y 21 años con ganas de pasarlo bien y hacerlo pasar bien, y un despliegue instrumental interesante (guitarra, bajo, batería, ukelele, piano/teclados/armónica, violín y trompeta) . Todo empezó con una recomendación por parte de nuestro amigo JMHulme, conocedor como empieza a ser de lo que me puede gustar. Empecé a investigar sus vídeos y canciones y me llamó la atención una propuesta folk, un poco en la línea de lo que hacen Manel, pero un tanto más festiva y con múltiples instrumentos tocados por los mismos miembros de la banda. He de confesar que esto último me encantó, no pude resistirme a ese violín constante y a esa trompeta que acompaña las canciones. Simple que en el fondo es una.


Delante de la perspectiva de acudir a uno de sus directos más importantes, muy bien acompañada por el mismo JMHulme y sus amigos Vanessa, Julia y Jordi, en el Auditorio de Terrassa, finalmente me animé a acudir y fue toda una sorpresa. Porque, visto en privilegiada primerísima fila, durante una hora y media (sí, leéis bien, una formación con sólo un disco se marcó un directazo de hora y media, cosa que no he logrado ver con formaciones mucho más veteranas) lograron, sobretodo, hacernos felices. Hacernos sonreír, pasarnoslo bien e incluso emocionarnos con algunos de sus temas. Una hora y media en la que, aparte de ellos, hicieron desfilar por el escenario en diferentes momentos a todo un elenco de instrumentistas varios tales como un trío de violín, viola y cello, un clarinete, un trombón y lo que recuerdo como una trompa (aunque quizás me equivoque), que dotaron a sus canciones de una mayor sonoridad e intensidad, cercanas al sonido de estudio. Llamadme de nuevo simple, pero me encanta que un escenario esté lleno de músicos, parece algo muy estúpido pero me resulta muy gratificante.


Desgranaron todos y cada uno de los temas que componen su disco de debut, que tiene un título tan bonito y evocador como "Tardes de sol i préssecs", combinando momentos más festivos con otros más íntimos, sin dejar que la fiesta decayera en ningún momento. Presentaron, además, algún que otro tema nuevo. Demostraron un tremendo carisma sobre el escenario, logrado sobretodo por los curiosos parlamentos de su cantante, Martí, las réplicas de la guitarrista, Alicia, y la inagotable energía de la teclista/pianista Cristina, que no paró de moverse ni animar en todo el tiempo. Un momento a destacar, ya en el bis, fue una íntima interpretación, sentados al borde del escenario, a guitarra y cinco voces, de una especie de canción de cuna titulada "Demà sortirà el sol". Instantes musicales que hacen de un directo simple algo grande. Y ojo que estamos hablando de un grupo bastante desconocido, joven y de corta trayectoria, que nos dejó muy claro, entre otras cosas, que les encanta Beirut y quieren que sea su mayor referencia (y si no es así, sería para planteárselo, porque en muchos momentos suenan de manera muy similar a mi adorada banda de Zach Condon). Salimos los cinco de allí con una enorme sonrisa, intercambiando entre nosotros comentarios entusiasmados y compartiendo emoción por lo visto. Una gran noche, sin duda, en la que, además, y lo pasé en grande con ellos.


Quisiera hacer una excepción y acompañar la entrada no por una, sinó por dos canciones. "Ara", más festiva y representantiva de su estilo, que además viene acompañada de un divertidísimo vídeo de esos en directo improvisado al aire libre; y "L'home sol", probablemente mi favorita del disco, una canción más íntima y delicada que casi me hace saltar las lágrimas en directo. Porque no me parece justo presentaroslos con sólo una de ellas. Espero que os gusten.



sábado, 3 de marzo de 2012

Jeune, je ne savais rien - Thomas Dutronc

El domingo pasado por la mañana, en el viajecito que hice al sur de Francia, tuve un momento de esos en los que consigues vaciar la mente por completo, de esos casi purificadores, en el lugar adecuado, el momento adecuado y, además, compartido. Paseando por la preciosa localidad de Collioure, por su paseo al lado de la playa, había un grupo de músicos callejeros que tocaban jazz con dos guitarras y un bajo. Nos llamó la atención de tal manera que nos detuvimos y nos sentamos, dejando que el agradable sol que brillaba nos acariciara el rostro. Delante del mar, con una música que recordaba a la que tanto me gusta de las películas de Woody Allen, me sentí como si estuviera en una de ellas, teniendo un momento de felicidad plena y desconexión absoluta, con una sonrisa iluminando mi rostro a la vez que el sol. Y escuchando aquellos músicos recordé de repente a un cantante francés que descubrí precisamente en mi viaje por la Provenza, que ya pasé por aquí hace un tiempo, pero me apeteció recordarlo con tal de evocar ese fantástico momento. Thomas Dutronc y su jazz manouche de tinte clásico, y su disco "Comme un manouche sans guitar" de 2008 que tanto escuché durante el otoño de ese mismo año.


De él selecciono un tema casi al azar, y me decido por la que me lo hizo conocer, la que me enganchó a él. Porque con ella, además de evocar lo explicado arriba, quiero aprovechar que ayer fue el cumpleaños de mi padre para dedicársela. Y este año especialmente, ya que ahora mismo no está pasando por uno de sus mejores momentos y le esperan unos meses un tanto duros. Tan duro como no poder estar ahí con él, con los dos, tanto como me gustaría, aunque sé que están bien, que por suerte por ahora no me necesitan tanto. Aún así sé que es fuerte, que son fuertes, y que todo pasará y volverá a ser como antes. Que mi padre saldrá de esta tan sano y guapo como siempre, con esos 61 años que a muchos les gustaría llevar como él. Feliç aniversari, Joan.

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jueves, 1 de marzo de 2012

As much as you lead - Lex Land

Aunque ya febrero de 2012, con sus 29 días, haya quedado oficialmente atrás, y con él teóricamente tendría que haber acabado esta serie de entradas dedicadas a voces femeninas, ya os avancé el pasado martes que la alargaría un día más, compensando el hecho de que empezara más tarde de lo que quería y que no haya podido escribir todas las entradas que habría querido. Curiosamente se juntaron todas estas entradas y todas estas canciones en un mes muy particular para mí, en el que he vivido varias cosas a nivel personal, pero que aún así me ha pasado volando. Un mes de aquellos que podríamos definir como montaña rusa, que empezó bien arriba, cayó en picado y finalmente ha vuelto a su lugar, poco a poco, volviendo casi todo a como estaba cuando empezó, o al menos en el camino correcto para que sea así. Toda la sensibilidad que derrochan estas cantantes y sus respectivas canciones me ha servido de cobijo a momentos, de paño de lágrimas a otros, de cura en su mayor parte; en definitiva, de acompañamiento acolchado y perfecto para cualquier tipo de emoción que sintiera en cualquier momento. Todo aquello que me transmite esta que se encarga de clausurar la sección, otra de las razones por las cuales empecé y un gran descubrimiento que hice hace cosa de dos meses y que me cautivó.

Se llama Lex Land (de la que os dejo enlazada su web, desde la que se pueden escuchar sus canciones) y es una jovencísima cantante californiana, bastante desconocida por estos lares, pero cuyas canciones han sido usadas en varias series de televisión. Una de sus particularidades, y quizás de las cosas que más me llamaron la atención desde que topé con ella, es una voz cercana a las que encontramos en el jazz cantando canciones pop-folk, aunque sus temas siempre conserven un cierto matiz jazz, como si su voz finalmente claudicara ante el estilo que más va con ella. Una voz curtida y cultivada en estudios musicales, tal y como puede leerse en su biografía, lo cual puede notarse perfectamente en su técnica. Hasta la fecha ha publicado dos álbumes, en los que toca varios registros entre los estilos nombrados, sonando sus canciones diferentes entre ellas pero dotando al conjunto de una cierta coherencia. Del primero de ellos, llamado "Orange days on Lemon street", del año 2008, pertenece esta canción, que posiblemente es la que más me ha cautivado de todas las que le he escuchado. Un tema lento y reposado, en el que se pueden apreciar todos los matices de su voz y su estilo compositivo, una pequeña delicia para escuchar con los ojos cerrados y dejarse llevar por aquello que nos haga sentir, desde desahogo hasta ganas de vivir, calma tras la tormenta, melancólica alegría.

Y como os decía arriba, con ella acabo este pequeño especial, esperando que lo hayáis disfrutado casi tanto como yo haciéndolo. Se me quedaron bastantes grupos y cantantes en el tintero, por lo que no descarto volver a hacer otro de estos, pero más adelante. Espero que os haya gustado.




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