Silver soul - Beach house

Lo prometido es deuda, y yo no podía pasar sin hacer una pequeña reseña sobre lo vivido la pasada noche de jueves. La semana pasada fue bastante dura, y la noche del concierto iba a ser mi noche de desconexión absoluta. Quizás ello ayudó a que lo viviera todo mucho más de lo que lo hubiera hecho en otras circunstancias, aunque lo que pude ver y escuchar superó con creces todas las expectativas.

Nos reunimos Víctor, Txarls (del cual os dejo enlazada su excelente reseña del evento) y yo llegamos a tiempo, con calma. Al entrar, me sorprendí al ver el recinto donde iba a ser el concierto, la plaza mayor de Poble Espanyol. Un lugar un tanto de cartón-piedra pero que resulta muy bonito, y más aún, como pude comprobar poco tiempo después, para un concierto. Dentro nos reunimos con otro blogger que tuve ocasión de conocer, JMHulme, y dos amigas suyas, Vanessa y Julia (gracias a los que, por cierto, tuvimos un sitio casi privilegiado). Al final los seis hicimos un grupillo majísimo con el que pasamos un buen rato, aparte del concierto en sí, lo cual cada vez me doy más cuenta de que es casi tan o más importante. Compartir algo bueno con buena gente no tiene precio.

Anocheció progresivamente al candor de la magia de Joanna Newsom. Una cantante que nos demostró en una hora todo su talento, su encanto y sobretodo que sabe con lo que trata. Detrás de su arpa o sentada en el piano, consiguió que casi todo el público, numeroso, quedara en silencio para disfrutar sus bonitas canciones. Empezó con "Bridges and ballots", de su primer disco, tocó algunas del último, como la preciosa "Easy", para acabar con otra de las delicias de su debut, "Peach plum pear". Quizás eché en falta la que puse el jueves pasado, mi favorita, pero no me importó. No quisiera olvidar mencionar los tres músicos que la acompañaban, entre ellos una buena violinista que le acabó de dar el toque mágico que precisaba. En su conjunto, un concierto precioso, que consiguió encandilarnos a todos.

Pero la guinda de la noche estaba por llegar. Se trata de la formación de Baltimore Beach house, tras consolidarse con un espléndido tercer disco llamado "Teen dream" publicado el año anterior. Su derroche de dream pop sonó envolvente, intenso y mágico. Uno de esos conciertos en los que se genera una atmósfera muy especial en la que te sumerges sin quererlo. Sus canciones sonaron aún mejor que en disco, si cabía, centrando su repertorio especialmente en ese último disco que he nombrado, cuyas canciones fueron muy celebradas por el público. La cantante, Victoria LeGrand, estupenda, con esa voz tan cálida y bonita que tiene, una de las bazas de su música, sin lugar a dudas. Sonaron increíbles "Zebra", "Walk in the park", "Take care" o "10 mile stereo", pero para mí, el momento álgido del concierto fue cuando tocaron seguidas mis dos favoritas, "Norway" y "Silver soul", la que acompaña esta pequeña crónica.

Caí rendida a ellos al escuchar el "Teen dream" y ir desvelando su discografía anterior, pero acabé a sus pies después de verlos en concierto, porque fue algo increíble. Me lo habían recomendado, pero aún así superó lo esperado. Salimos todos de allí con la sensación de haber vivido algo único, una noche mágica e irrepetible. En la que, además, lo pasamos en grande, porque al final estuvo llena también de risas y buenas conversaciones. ¿Qué más se puede pedir?