Al mar - Manel

No deja de ser curioso que, después de ir detrás de ir a ver a Manel en concierto por Barcelona y alrededores, y que todo intento quedara frustrado por entradas agotadas a los pocos minutos o por no poder, haya acabado viéndolos aquí en Mallorca. Aunque también debo decir que me hacía especial ilusión compartirlo con una amiga mía de aquí, Belén, a la que aprecio muchísimo y a quien también le gusta mucho la banda. Así que cogimos las entradas un tiempo antes, y llegado el día nos metimos en el coche con dos amigas suyas más y nos dirigimos rumbo a Porreres, un pueblo enmedio de la isla donde actuaban junto a la formación mallorquina Antonia Font.

Después de casi no llegar al concierto por culpa de escoger el bar más lento de todo el pueblo para cenar (porque en mi país, tardar una hora y media para servir 4 hamburguesas, es ser lento), nos colocamos donde pudimos, pocas opciones teníamos al tener en cuenta la cantidad de gente que había, aún con mi amiga y su hermana teniendo dos sublimes espaldas delante de sus ojos y yo buscando constantemente el hueco para ver con propiedad (que una es alta pero siempre tiene la maldición del tío de dos metros delante).

Tengo que decir que empezaron el concierto de una manera un tanto atropellada, descafeinada, como si quisieran liquidarlo rápido y pasar a otra cosa. Ello me desconcertó un poco, ya que yo los había visto en directo tres veces con su primer disco y siempre me pareció una pasada. Víctima de esa dejadez de inicio fue sobretodo "El gran salt", al menos para mí. Nos dejaron muy claro desde el primer momento que iban a presentarnos su segundo disco, y no fue hasta una grandísima "Boomerang" en directo, un tema que en disco me costó de convencer pero en directo me encantó, que no consiguieron meternos al 100% en el concierto. Empezaron a recuperar los míticos del primer disco, con un celebrado "En la que en Bernat se't troba" en la que eliminaron la parte participativa del público con la que acompañaban esta canción en sus anteriores conciertos o "Pla quinquenal". Siempre alternadas por las de su segundo disco, del cual sonó muy bien la intensa "Flor groga", la favorita de Belén.

Pero para mí, el mejor momento fue cuando encadenaron mis cuatro canciones favoritas, sin esperarlo. Sonó "Aniversari" desnuda de sus orquestaciones pero igual de mágica y preciosa, tanto que consiguió que se me saltaran las lágrimas, seguida por "Captatio benevolentiae" y más lágrimas, "Ai Dolors" con esa voz de Roger que a las cuatro nos hizo caer la baba a ríos, y finalmente "Benvolgut" menos rítmica pero igual de intensa. Sólo por ese momento valió la pena el concierto.

Se fueron del escenario y volvieron para ofrecernos un largo bis en el que por fin sonó esta canción mítica del primer disco. Podría haber escogido cualquiera de las dichas el párrafo anterior, de hecho no imaginé que pasaría esta canción por aquí jamás. Pero me encanta, y hoy es la que me apetece poner, por ese aire tan mediterráneo, veraniego y relajante que tiene. Porque ese mar de la letra, que poco tiene que ver con la misma, es el auténtico protagonista de estos días. Ese mar privilegiado que hay por aquí, esas aguas cristalinas con reflejo verdoso que me rodean, que me llevan a pensar que el paraíso no está tan lejos de mi casa. Y qué duro será alejarme de él dentro de una semana, mejor no pensar y seguir disfrutando de él, no? Sin duda.

PD: se aceptan teorías sobre el significado de la canción :-)