Buceaba por mi spotify buscando una canción tranquila, preferiblemente folkie, una de esas canciones que apetece escuchar estos días tan fríos. De esos días en los que me pongo exigente pero no sé qué poner, sólo sé que me apetece poner una canción, y quería algo que no hubiera aparecido en el blog. Iba con la idea de escoger una chica, ya que son protagonistas en estos días tan fríos, y probablemente aparezcan en más de una entrada durante esta época. Pero finalmente me topé con una canción con la que tuve un flechazo hace pocos días y que me resulta ideal y apetecible para días como estos.
Se trata de uno de los temas de un jovencísimo cantante madrileño que quedó semifinalista en el concurso de bandas emergentes de Radio 3 Proyecto Demo, y que el pasado año publicó su primer disco, llamado "Calypso", donde encontramos tanto temas tranquilos de pop-folk sencillo y dulce como este como alguno que otro más guitarrero. Él dice encontrarse influenciado principalmente por la música británica, por bandas como Arctic Monkeys, The beatles o Richard Hawley, de los cuales sin duda toma su lado más tranquilo y lo desarrolla sin artefactos y con mucho sentimiento.
Qué tendrán algunas canciones que son tan sencillas, sin nada especial que las distinga de otras, pero que te van directas al corazón. Sientes que quizás seas la única que así la ha sentido, casi incomprendida, pero a la vez muy especial, te sientes incluso privilegiada. Quizás fuera su tremenda dulzura o su sencilla declaración, ese bonito "I want a girl to hug, I need a real one, who can eat chocolate cookies and knows how to have some fun" que constituye una oda al feliz día a día, a las cosas sencillas que nos hacen felices. A aquello que nos hace sonreír a diario.