Hoy haré una excepción a lo que suelo poner los jueves, y es que la ocasión lo merece. Ayer por la noche tuve el privilegio de ver en concierto, y a pocos metros de mí, a un hombre alucinante. No sé si conoceréis a Owen Pallett, un músico canadiense de pop independiente con una propuesta muy original, muy cercana a la música clásica más contemporánea pero sin alejarse del pop. Violinista virtuoso, con formación clásica, gran compositor y arreglista de cuerdas de bandas como Arcade fire, nos propone con su música un viaje más que interesante a los límites entre la música clásica y la moderna. Una propuesta con la que, hasta la fecha, ha publicado tres álbumes, a cual mejor de los tres.
En concierto os aseguro que es toda una experiencia verlo sobre el escenario. Porque todas las orquestaciones que componen sus discos las ejecuta él solo, en el caso de esta gira acompañado por un bajo y una batería, pero demostrando un dominio alucinante del looping pedal, grabando sus propios sonidos, solapándolos y dando la sensación, al final, de que toca una orquesta entera. Eso, unido a su extraordinario dominio del violín y al lirismo de sus composiciones, hacen de su directo algo difícil de describir.
En el concierto de ayer repasó principalmente las canciones de su último álbum, "Heartland", del año 2010, en el que elabora un sonido más moderno, con más elementos propios del pop y mayor presencia de percusión. Con ello, sonarion canciones como "Keep the dog quiet", "E is for stranger", "Lewis takes off his shirt" (uno de los momentos álgidos del directo) o "The great elsewhere", regalando además dos bises, en uno de ellos con una de las canciones más bonitas de su primer álbum, "Has a good home" del año 2005, "The dream of Win and Regine", dedicado como podéis imaginar a los componentes de Arcade fire.
Pero para mí uno de los momentos más emocionantes fue cuando interpretó una de mis canciones favoritas, perteneciente a su segundo álbum, firmado como Final fantasy (ya que es un gran amante del mismo juego de videoconsola, curioso dato), llamado "He poos clouds" y publicado en 2006. Una pieza de gran lirismo, orquestaciones preciosas que en directo borda con el looping pedal y un cierto grado de experimentación musical, muy típico de sus composiciones. Os dejo tanto con la grabación correspondiente al disco como con un vídeo de una interpretación en directo muy cercana a lo que pude ver. Algo difícil de olvidar en una noche estupenda, en excelente compañía.
Qué envidia!! Es una delicia de hombre. Yo no se si casi lo prefiero solo que con acompañamiento porque es toda una experiencia este hombre.
ResponderEliminarY de nacho umbert no cuentas nada ?? fue mi artista más especial del 2010 y ya tengo ganas de nuevo disco.
besos.
Pues no lo conocía. Me encanta el sonido de violin, aunque creo que menos que a tí. Estoy seguro que disfrutaste. Besets.
ResponderEliminarViola, ya nos acordamos de ti todo el concierto, porque encima te encantaba el telonero. Y tanto que es una delicia de hombre, a mí me gusta con acompañamiento, sí, pero como le comenté a Txarls en más de un momento durante el concierto, casi que me gusta más cuando está solo en plan "Juan Palomo", es cuando más flipo con él. Es toda una experiencia, algo increíble.
ResponderEliminarNacho Umbert no estuvo mal, aunque tampoco me acaba de hacer demasiado, eso sí, vino acompañado por una cellista que le daba un toque muy bonito a sus canciones. Eludo el comentario frívolo de que el chavalín está de bastante buen ver... jeje.
Besos!!
Excelente crónica, como no podía ser de otra forma :)
ResponderEliminarQue maravilla, como me gustó el concierto. Creo que este hombre está en un nivel óptimo y ya ando ansioso por saber hacía donde irán encaminadas sus próximas creaciones, si este formato de directo será una señala de que va a incluir instrumentos más eléctricos a su propuesta o si va a tornarse más clásico todavía, pues con él nunca se sabe.
La compañía un lujo, como de costumbre y no digo nada más que no dijera ayer, que si no me pongo brasas.
Impagables risas también con la fauna y los peinados (y ausencia de ellos) estrafalarios.
Mil gracias por las fotos. Me he permitido el lujo de enlazar este post en mi blog, por cierto.
Ah! mejor no te cuento mi fin de noche, porque fue todavía más lamentable que la anécdota de las entradas sin visión.
Besos de buenas noches.
Johnny, es que no es demasiado conocido, trabaja más bien en la recámara de muchos otros grupos. Como puedes imaginarte, a mí me pirra el sonido del violín, adoro las canciones con cuerdas, tienen una emotividad muy especial. Y sí, disfruté como una auténtica enana.
ResponderEliminarBesets!!
Txarls, muchas gracias, ya ves, tampoco es una crónica que digamos, un intento de presentar la canción de manera un poco diferente a lo que suelo escribir cada día, que ya debo cansar hasta a las ovejas!!
ResponderEliminarUna maravilla de concierto, no puedo decirlo ya en más lugares, una gozada ver a este hombrecillo sobre el escenario. Respecto a su devenir, algo me dice que se irá tirando más hacia derroteros más modernos y electrónicos, de hecho leí que quiere retocar algunos temas de su primer disco y darles un toque más moderno y cercano a lo que hace ahora. Espero que no se exceda y que no pierda ese toque clásico, porque talento tiene de sobras.
Como te dije en el comentario que te dejé en el post, lo pasé en grande, me reí muchísimo, como siempre. Estic encuriosida con lo que te pasó después, ya me contarás si te engancho por el face :-)
Un beso!!!