Laredo - Band of horses

Mágico. Sería la palabra que mejor podría definir todo lo vivido ayer por la noche en el concierto de esta banda de Seattle que, si ya me tenían el corazón cada vez más robado en cada escucha, definitivamente después de disfrutarlos en directo me rindo por completo a sus pies. Porque volver a casa con una sonrisa en los labios y algunos de los temas que has escuchado en la cabeza no tiene precio, ni haber disfrutado tanto de una hora y media de buenas canciones y mejor interpretación de ellas, ni que una banda en principio de propuesta tranquila haya hecho que mis pies se movieran sin parar en muchos de sus temas, ni haberme llegado hasta el alma con otros. Y todo ello incluso sin cantar algunas de mis favoritas.

Porque son muy grandes en directo, más incluso de lo que me esperaba. Con una energía inagotable y una preciosa voz, Ben Bridwell lidera cada uno de los temas, en los que cada miembro del grupo va cambiando de instrumentos a lo largo del concierto. Me cuesta recordar la setlist, aparte de tener que confesaros que no recuerdo demasiado bien el título de algunas canciones, aunque me encantan. Me quedarán siempre grabados en la memoria los momentos en que sonaban tres guitarras más el bajo, en los temas más potentes como "NW Apt", los flamantes guitarreos de canciones como "The great salt lake" o "Compliments", las preciosas polifonías de temas como la tiernísima "Older" (una de mis favoritas de ellos y de las que más me han calado), la sorpresa que supuso para mí que cantaran la bellísima "Monsters" (otra de mis favoritas), el momento culminante del concierto con ese "Funeral" que ha levantado los brazos de todo el público, o el apoteósico y entregado final con "Is there a ghost", en el que el propio Bridwell bajó del escenario para cantarla mientras daba la mano al público de las primeras filas, demostrando que, aparte de grandes musicalmente, son muy, muy majos. Y os aseguro que me dejo muchos temas brillantes en el tintero, porque en una hora y media de concierto no hubo ni un sólo momento de bajón. Y todo esto compartido en excelentísima compañía, ¿qué más se puede pedir?

Y lo más difícil viene ahora. Escoger un tema de la banda para completar esta modesta y breve crónica. Sí, que sea de su último álbum, en mi opinión una auténtica delicia en la que no sobra ni un sólo tema, de hecho ha sido considerado en muchas publicaciones como uno de los mejores discos del año pasado. Y de él, me decanto por la primera canción que me llamó la atención de él, la alegre "Laredo", que me ha hecho sonreir tanto al escucharla en el concierto. Una de esas que reúne todos los mejores elementos del grupo: polifonías y preciosos pasajes guitarreros, todo ello adobado con un gran ritmo. Espero que la disfrutéis.



Canciones anteriores:
- The funeral