Estas navidades hice una revisión a una película que había visto hacía muchos años y me había llamado la atención. Se trata de "American graffiti", la cinta que dirigió George Lucas en 1973 y produjo Francis Ford Coppola. Protagonizada por un jovencísimo Richard Dreyfuss, es una especie de retrato de la generación de jóvenes de principios de los 60. Transcurre en una noche de verano de 1962, esa última noche antes de irse de casa a la universidad, del cambio de vida, de la despedida de la adolescencia.
Lo mejor de la película, sin duda, es su banda sonora. Durante la hora y media de duración, no para de sonar música en ningún momento. En un baile, en los bares o, principalmente, en los coches en los que los protagonistas se pasean y exhiben por la ciudad, en los que se deja oír una emisora de radio que pretende acompañarles esa noche con una selección de grandes éxitos de esos años. Esas canciones de finales de los cincuenta y principios de los sesenta que rezuman encanto por todos lados, unas más movidas, otras más lentas, pero todas ellas canciones que consiguen dibujarnos una sonrisa. De grupos y artistas como Buddy Holly, The flamingoes, The diamonds, The Spaniels, The silhouettes y muchos, muchísimos más.
Afortunada y feliz de haber encontrado el recopilatorio por Spotify, es un verdadero dilema escoger una. Pero al final me he decidido por este popularísimo éxito del mítico Chuck Berry del año 1958, que siempre me ha gustado muchísimo, con ese sonido tan geniuno del primer rock and roll, un ritmo pegadizo que te invita a levantarte de la silla e intentar marcarte un baile. Aunque yo haya nacido varias décadas después y no viviera esos momentos, estos sonidos y estas canciones me encantan, no son más que la base de todo lo que ha habido después. Siempre es un placer recordar cualquiera de ellos. Os dejo el enlace de Spotify con la banda sonora, por si os apetece disfrutar del encanto de estas viejas canciones. Espero que os guste.