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lunes, 11 de marzo de 2013

Cornelia and Jane / Is that enough / Blue line swinger - Yo la tengo

La semana pasada fue muy intensa en cuanto a conciertos, de hecho cuando me estoy sentando a escribir estas líneas es la primera noche en cinco días en la que no acudo a uno. Las sensaciones quizás se mezclan pero por suerte conservo los recuerdos de cada uno de ellos por separado de manera que soy capaz de escribir, aún habiendo pasado los días.

El pasado miércoles se produjo una de las citas musicales más esperadas desde hace unos meses, el concierto de Yo la tengo en el Auditori de Barcelona, dentro de la programación del Festival del Mil.leni. Tras verles en el pasado Primavera me quedé con ganas de más, y estas vinieron recompensadas con el anuncio de este concierto. Ya con la entrada en mis manos, a principios de año sacaron su último y fabuloso disco, "Fade", que promete ser uno de los discos del año e hizo aumentar mis ganas de volver a verles en condiciones.


Con mi compañera de trabajo y amiga Esther, gran admiradora del grupo desde hacia tiempo, un poco apuradas llegamos a nuestro asiento desde el cual teníamos una buena perspectiva, aún siendo arriba. Apareció el trío de Hoboken en un escenario con un curioso decorado que recordaba al típico de las representaciones teatrales escolares. Se colocaron los tres en fila, muy recogidos, juntos, para transmitir la sensación de intimidad necesaria para un primer set acústico sorprendente. Un formato inusual en los conciertos del grupo, pero que representa esa cara íntima que el grupo tiene en algunas de sus canciones, recogidas y sentidas. Con el público en silencio tras el aplauso inicial, arrancaron con una "Ohm" de calentamiento vocal que fue muy bien recibida y que empezó a erizarnos el vello. Aquello empezaba muy bien y prometía aún más.


Fueron desgranando algunos de los temas más tranquilos del último disco como las preciosas "I'll be around", "Cornelia and Jane" o "The point of it", dándole una lectura acústica a "Paddle forward", homenajeando a Kevin Ayers con una versión de "Walk on water", para acabar con dos sorprendertes versiones de "Tom Courtenay" y sobretodo una deliciosa "Big day coming", en la que Georgia a la guitarra se marcó varios momentos de ligera distorsión que sirvió de aperitivo a lo que venía después. Un set de 50 minutos que fue un constante baile de intercambio de posiciones e instrumentos entre los tres miembros, una de las cosas de las que más disfruté y primera prueba de lo grandes músicos que son.


Acabada esta primera parte desaparecieron del escenario, del cual fueron reubicados los elementos, y tras veinte minutos de descanso volvieron a aparecer en versión totalmente electrificada para ofrecernos aquello a lo que tienen acostumbrado al público, ya con ganas de vibrar con el muro sonoro y la distorsión marca de la casa. Como banda con una extensa discografía a la espalda, nunca sabes por dónde te van a salir y qué canciones caerán, cambiando setlist cada noche e intentando abarcar una trayectoria inabarcable. Estaba claro que querían presentar el nuevo disco, y con tal intención empezaron con una versión más ruidosa y fantástica de "Stupid things", tocaron las preciosas "Ain't that enough" y "Before we run", donde sustituyeron las bellas orquestaciones de estudio por capas de ruído, distorsión y guitarra que les dieron la energía necesaria y hicieron que sonaran perfectas, y repitieron "Ohm" desde otra perspectiva más cercana al disco y alargando el final hasta el éxtasis guitarrero con un Ira Kaplan totalmente desmedido.


También fueron cayendo poco a poco temas surtidos de sus anteriores discos. Difícil elección, difícil de contentar a todo el mundo, pero finalmente efectivo, toda una lotería. La alegría y el desenfado de "Mr. Tough", ese clasicazo celebrado que fue "Stockholm syndrome", "Nothing to hide" o "Drug test" fueron algunos de los afortunados, para acabar con una alucinante "Blue line swinger" alargada al máximo fragmento a fragmento, construyéndola poco a poco, capa a capa, elemento a elemento, desde la batería enérgica inicial hasta el delirio de distorsión final, pasando por los episodios vocales de Georgia y las diferentes melodías que la componen. Más de 10 minutos de canción de pelos de punta, con la que se marcharon dejándonos con ganas de más.


Volvieron a aparecer para el esperado bis primero en sus posiciones originales para tocar "Double dare" y versiones de The Velvet Underground y The kinks, para acabar de nuevo los tres delante, abandonando Georgia la batería para cantar junto a Ira otra tierna versión de The kinks que les mostró en plena complicidad musical y personal, con esa magia de la pareja que lleva toda la vida junta y parece seguir queriéndose, así de simple y así de bonito. Era la hora de despedirse y parecía que no sabían con qué canción acabar, casi a esperas de peticiones del público, pero se decidieron por una de mis favoritas, esa "You can have it all" que sonó fabulosa aún sin la batería pero con toda la magia de sus juegos vocales y sus polifonías, despidiéndose dejándonos a muchos con una sonrisa en los labios y la dulce melodía del "Papaparapárara" en la cabeza que no quise que desapareciera de ella. Todo un broche de oro para una velada increíble, que se había alargado hasta casi las 12 de la noche. Dos horas y media, casi tres, de concierto. Irrepetible.


Lo bueno de escribir sobre un concierto como este días después es poder ver en perspectiva la grandeza de lo que presenciamos. Qué más da si no cayeron nuestras favoritas, si no cantaron "Autumn sweater" o "Sugarcube", da igual, el resto compensó de sobras. Porque son un grupo para ver en directo una y mil veces sin cansarte, sabiendo que no dejarán nunca de sorprenderte, que siempre te ofrecerán algo nuevo, diferente. Porque fabrican un ruído que te envuelve y te da cobijo, te hace formar parte de él y te roza las entrañas. Que no molesta sinó que mece y acompaña, que deseas no salir de esa burbuja sonora en la que te introduce. Que a cada distorsión, cada matiz, te deja con la boca abierta y el corazón en vilo.  


Y por ver sobre un escenario a Georgia y Ira, amor puro, dentro y fuera del mismo, casi la pareja perfecta. Tan entrañables que te los llevarías a casa. Porque sonrío al leer en una entrevista a Ira para la Rockdelux en la que dice que "Adoro componer música, pero no disfruto haciéndolo solo. Me encanta la sensación que me produce estar tocando algo nuevo, concentrado y, de repente, notar que una nota o un detalle ha cambiado mi percepción de lo que estaba sonando. Entonces salta un resorte, miro hacia Georgia y la descubro con una sonrisa de felicidad. Eso es la música. Puede que ese nivel de complicidad lo hayamos alcanzado antes, pero ha sido en “Fade” cuando he sido plenamente consciente. Este disco no sería el mismo sin ella. Hasta tal punto que, si estoy tocando algo y Georgia dice que está bien, no lo pienso más. Entonces seguro que está bien.". Que sí, que será promoción del disco, y que habrán tenido sus más y sus menos, pero no puedo evitar derretirme ante tal afirmación y, con ella, enamorarme más aún de ellos.

Ante la ausencia de canciones la semana pasada y el hecho de que me es imposible acompañar esta crónica con un solo tema, escojo estos tres temas. Los dos primeros, por ser mis favoritos del último disco (y eso que es sumamente difícil quedarse con dos), que sonaron fantásticos en cada uno de los sets de los que formaban parte. Y finalmente, me marco un caprichazo con ese "Blue line swinger" del "Electr-O-Pura" (1995) que me dejó boquiabierta, porque no pude dejar de escucharla en bucle al día siguiente. Que las disfrutéis.

Cornelia and Jane by Yo La Tengo on Grooveshark

Is That Enough by Yo La Tengo on Grooveshark


Blue Line Swinger by Yo La Tengo on Grooveshark  

PD: no suelo hacer esto, pero esta vez me apetece dedicar esta crónica especialmente a cuatro personas: a Johnny porque el pobre con la ilusión que tenía se quedó con la miel en los labios y no pudo finalmente acudir al concierto de Madrid, a Viola por haber compartido experiencia paralela conmigo en Madrid y por ser una de las culpables de todo esto, a JMHulme por ser el otro claro culpable, y por supuestísimo a Esther porque me encantó compartir este concierto con ella.

jueves, 31 de mayo de 2012

You can have it all - Yo la tengo

El esperadísimo día ha llegado. Preparado y con nosotros calzado cómodo, ropa fresca, una chaquetilla en el bolso por si por la noche la brisa del forum nos hace pasar un poco de frío, la cámara y el móvil están debidamente cargados y los horarios a punto de imprimirse. Nervios, expectación, itinerarios fijos y no tan fijos, ganas de vernos las caras entre algunos de nosotros que hace tiempo que no nos vemos, de compartir esta experiencia, estos tres o cuatro días en los que todo nuestro universo gira en torno al forum, nuestro mundo se primaveriza y entramos en esa nube de la que días después nos cuesta asumir que debemos bajar y volver a la realidad. Resueltos los solapamientos más dolorosos, definimos itinerarios aún sabiendo que algo acabaremos improvisando. Y todo ello por y para disfrutar de lo que más nos gusta, la música. Para sentir mil emociones, sonreír, emocionarnos, bailar, dar rienda suelta a nuestra melomanía y compartirlo.

No sabía con qué acompañar esta entrada, hay tantos grupos y tanta música primaveral en mi cabeza que me cuesta escoger. Pero finalmente ha sido fácil, ya que de los grupos que voy a disfrutar hay uno que estos últimos días copa la mayor parte de horas de música en mis auriculares. Un clásico del indie de los 90 al que he ido desgranando poco a poco y que ha acabado encantándome, con ese enorme eclecticismo que les caracteriza, esa mezcla de elementos pop, guitarreo y distorsión, canciones tranquilas y otras más movidas, casi indefinibles, simplemente únicos. Y de entre sus múltiples canciones, otra de mis favoritas junto a "Autumm sweater" y "Stockholm syndrome", de su disco "And then nothing turned itself inside-out", que espero escuchar en directo el próximo sábado de madrugada. Uno de los conciertos que finalmente más ganas tengo que de ver.

Que empiece el show... Nos vemos a la vuelta!!

You Can Have It All by Yo La Tengo on Grooveshark

jueves, 22 de marzo de 2012

Autumn sweater - Yo la tengo

Mirar atrás es, en ocasiones, muy peligroso. Mirar atrás y abrir paulatinamente los ojos, ver la luz donde antes había ceguera absoluta. Haber dejado pasar el tiempo, estar rodeado de circunstancias diferentes, y que estas mismas te hagan darte cuenta de cosas que quizás sabías pero no querías ver. Porque si hay algo aún más peligroso que mirar atrás de esa manera, es la ceguera, más cuando es tan voluntaria e inconsciente que no puedes ni tan sólo plantearte que la padeces. Ceguera que te hace soportar cosas que siempre, cuando te las habías planteado, habías dicho aquello de "Esto no lo paso!!" con toda indignación. Ceguera aún más ciega de percepción, ceguera que te ayuda a justificar lo injustificable, ceguera que te anula sin que te des cuenta, ceguera que finalmente empapa todo aquello relacionado con la causa de la misma.

Ceguera tan intensa que duele el día que desaparece y vuelven a topar los rayos de luz sobre la retina. Un dolor que resta sobre ti durante mucho más tiempo del que podrías pensar, que arrastras sobre la siguiente persona que se tope en tu camino, que inocentemente pagará los platos rotos por algo que no ha hecho. Ningún manual ni nada puede allanar el camino, sólo el tiempo y la paciencia ajena. Porque, finalmente, ¿quién no ha padecido nunca este tipo de ceguera? Afortunado aquel que no lo haya sentido.

En este extraño inicio de primavera que estamos teniendo, aunque en el fondo no me molesten para nada estos días grises y lluviosos, a raíz de un hecho ajeno de una amiga muy cercana surgen estas reflexiones por mi cabeza. Porque casi que me han venido a la cabeza a la vez que este gris y precioso tema de Yo la tengo, quizás mi favorito de su repertorio, de su disco "I can hear the heart beating as one" del año 1997. Un tema relajante y sugerente a la vez, con un punto de oscuridad, para acompañar la lluvia y ver, sin ceguera, el mundo a tu alrededor. Espero que os guste.

Autumn Sweater by Yo La Tengo on Grooveshark

viernes, 23 de diciembre de 2011

It's christmas time - Yo la tengo

Como podéis imaginar, me cuestan la vida los villancicos. Me pueden, me provocan diabetes, incluso me deprimen. Los clásicos no los soporto, y la tortura de tenerlos que aguantar en sus peores versiones de coros infantiles me pone los pelos como escarpias cuando salgo estos días de compras, me irrita, me pone de mala leche. Algunos en inglés los medio soporto, en versiones decentes, incluso hay alguno que he de confesar que en momentos de debilidad me llega bastante. Algunos de mis artistas y grupos favoritos, como She&Him o Sufjan Stevens, tienen discos llenos de ellos que, en pequeñísimas dosis, y por ser ellos, me gustan. Pero el otro día desde el facebook del Primavera Sound colgaron uno que, al escucharlo, me encantó.

En realidad provocó que me haya pasado las dos últimas tardes en el trabajo, en las que he realizado maratones hasta casi entrada la noche (o directamente, entrada la noche, para qué negarlo), escuchando a esta banda mítica del indie norteamericano, popularísima entre algunos de vosotros. Confieso que nunca me habían llamado especialmente la atención, aunque ese "Sugarcube" es una de esas canciones que si te pillan en según qué momentos puede llegar a ser tremendamente adictiva. Pero de repente sentí una apremiante necesidad de darles una segunda oportunidad, y el resto de la historia ya la imagináis. Algo tienen, al menos en sus discos "I can hear the heart beating as one" y "And then nothing turned itself inside-out" que me calma, o al menos me dio el sosiego necesario para afrontar estas oscuras tardes de inspiración científica forzada. Quizás por su variedad de estilos, por esos guitarreos cercanos al noise y al shoegaze de algunos de sus temas, al uso delicado de la electrónica, o las voces suaves que acompañan sus temas. Aún no sé decir si me engancharon o no, pero ha habido varios temas, aparte de los que conocía, que se ganaron un lugar en mi alma.

Vosotros no tenéis ninguna culpa de todas estas cosas que siento, y siento de verdad ser tan brusca cuando hablo del tema. Porque quizás para muchos de vosotros esta es una época de alegría, y quizás alguien se sienta hasta ofendido. Y es por ello que creo que os merecéis más que nunca una cálida felicitación, a través de este precioso tema, con aires tan sesenteros, finalmente tan entrañable, que hace hasta plantearme algunos de mis sentimientos negativos, siendo como es imposible razonar lo que uno siente. Así que, con ella, os deseo lo mejor para estos días, que los disfrutéis muchísimo rodeados de todos aquellos a los que queréis. Porque al final es de lo que se trata. Espero que os guste.