martes, 23 de octubre de 2012

Sex on the regular - Miniature tigers

Cuando sientes que la tormenta empieza a pasar y te cae del cielo un fin de semana de escapada con los amigos, en la que literalmente huyes de la tormenta en tu ciudad para encontrarte el sol donde menos te lo esperas, es una sensación como pocas. Un país al que nunca habías ido, una ciudad nueva y estimulante vista con los ojos de un amigo que vive allí y te enseña como la disfruta, y un pequeño grupo de buenos amigos para compartir la experiencia. Sólo hace falta buena cerveza para adobarlo y con ello tienes un gran fin de semana.


Todo ello ha sido este fin de semana en Munich. Con el precepto de visitar a un amigo, dos amigas y yo cogimos un avión y allí nos plantamos, para encontrarnos en una ciudad que empezaba a vestirse con los colores del otoño, que hizo un paréntesis de lluvia para ofrecernos una soleada y cálida cara, inusual para los que allí viven. Una ciudad grande pero que rezuma una cierta tranquilidad y un cierto orden. Una ciudad moderna pero que parece conservar con orgullo aquello que la hace peculiar, diferente, auténtica. De grandes parques y miles de tabernas auténticas en las que tomarte las mejores cervezas acompañadas de deliciosas salchichas de frankfurt de las que aquí no pruebas ni imaginas que puedan estar tan buenas. De una gente recia y seria pero que no duda ni un segundo en echarte un cable al ver, casi sin darte cuenta, que necesitas ayuda.


Como buena vuelta de viaje, ayer fue un día duro, acompañado además por un intenso dolor de espalda que nada facilitó la tarea. Pero en el que me vi a primera hora en el metro retomando la lista de reproducción de canciones de este verano como síntoma de que todo va bien, adelante, que no hay más remedio que hacerlo y que es el momento de hacerlo lo mejor que se pueda. Porque nunca nunca perderé mi sonrisa, por mucho que las circunstancias en ocasiones me inviten a hacerlo. Y más cuando me doy cuenta de que tengo a mi alrededor tanta gente que tanto vale la pena, como mis niños que hemos compartido 48 magníficas horas juntos. Para ellos, y para ello, una de sus canciones, un tema de pop suave y electrónico con toques ochenteros alegre, bailongo y desenfadado que me descubrieron este verano y que me pone de tan buen humor. Espero que os guste.

6 comentarios:

  1. No conocía el tema. No está mal como bso de ese finde tan estupendos que nos cuentas. Tengo muchas ganas de ir a Munich, a ver cuándo puede ser.

    Un abrazo

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  2. Claro que pone de buen humor y más si es un descubrimiento. Ahora me falta conocer Munich.
    :)

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  3. Mara, me alegro de que te haya gustado. Munich es una ciudad interesante a la que ir, la verdad, no es preciosa ni tiene grandes monumentos, pero te ofrece una experiencia muy agradable e incluso sorprendente.

    Un abrazo y gracias por el comentario!!!

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  4. Sergio, me alegro de que te pusiera de tan buen humor como a mí la primera vez que la escuché. Y sí, Munich es una ciudad agradable de visitar y recomendable para hacerlo en familia, sin duda.

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  5. Que guay tu finde. ayer vi en la tele una imagen de berlin y me fije que los arboles estaban preciosos, nunca estaria en mis planes ir a alemania en otoño pero no es mala idea por eso.

    Esta canción si que me pone!! perfecta, solo que ya es un poco una canción del verano que ya terminó. sigo teniendo las canciones de verano en el mp3 pero ya no me las pongo nada. bueno tambien es culpa del mes wilco ...

    muas.

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  6. Viola, yo estoy viendo cada vez más claro que octubre es un estupendo momento para viajar por el centro de Europa, lo de los árboles es algo que para una mediterránea como yo es exótico y me parece una preciosidad, algo que me asombra.

    Yo no me ponía esta canción desde el verano, pero no sé por qué me apeteció recuperar mis temas veraniegos, y de ahí salió ponerla, además me parecía perfecta para reflejar mi propio estado de ánimo. Pero aún estoy bajo efecto Wilco, no te creas...

    Un besazo!!!

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