El pasado viernes me desquité de no haber acudido a los conciertos del Let's festival de la semana anterior acudiendo a uno de los últimos que iban a celebrarse, el que iba a realizar la banda madrileña Havalina, uno de los que más ganas tenía de ver. En circunstancias normales otros planes iban a hacer que me lo perdiera, pero al tener que anularlos por culpa de mi pequeña lesión compensé yendo por última vez este mes a la Salamandra. Aunque fue uno de esos conciertos para estar enmedio del meollo dándolo todo, tuve que conformarme con quedarme sentada en el lateral, o al menos sin alejarme demasiado de ese lugar, en el que mi amiga Adriana tuvo el gran detalle de acompañarme.
Tales circunstancias, afortunadamente, no fueron impedimento para que disfrutara igualmente de un excelente concierto, en la que me vi envuelta en una potente burbuja sonora de hora y cuarto de duración. De un trío de músicos que sonaron contundentes e intensos como si sobre el escenario fueran tres veces más. Bajo, batería y guitarra enérgicos y sonoros, ejecutando a la perfección todos esos potentes pasajes instrumentales que acompañan las suaves y delicadas melodías que su cantante y guitarra, Manuel Cabezalí, interpretaba perfectamente con su bonita voz. Una combinación de gran contraste pero brillante, quizás la clave para que un grupo con un sonido tan guitarrero y potente llegue a gustarme tanto como ellos lo consiguen, aquello que les hace únicos.
En su trayectoria de diez años de vida la formación cuenta con la friolera de siete álbumes, los cuatro últimos cantados en castellano. Entre un inicio y final totalmente instrumentales, fueron los tres últimos discos los que finalmente coparon el acertado setlist, sonando temas como "Las hojas secas" del álbum homónimo; "Lejos de tu cama", "Agosto en bogotá" o "Sueños de esquimal" del "Imperfección"; y como no podía ser menos, bastantes de su último trabajo, "H", publicado el año pasado, tales como "El estruendo", "Compañía felina" o "La Antártida empieza aquí". Todos ellos sonando de maravilla, sin ningún bajón ni fallo, un directo limpio y correcto pero con gran carisma y personalidad.
A mitad de concierto sonó la canción que yo más esperaba, el momento en el cual no pude aguantarme sentada. Esa que da título a su quinto trabajo, "Imperfección". Una canción de la que me enamoré a primera escucha cuando la descubrí hace ya más de un año, que me atrapó y que cada vez que escucho no puedo hacerlo una sola vez. La canción culpable de que me interesara en ellos, la canción que hizo que tuviera muchas ganas de verles en directo. Un tema que resume la esencia del grupo, que quedó en el tintero del blog y que, al no haber aparecido antes, es la ocasión perfecta para que finalmente lo haga.
Con este gran concierto di por finalizada la edición de este año de este pequeño festival que para mí es de los más interesantes que forman el calendario musical de Barcelona y alrededores. Un festival de estructura sencilla y talante informal, que sirve de pequeña degustación del panorama musical español y al que siempre resulta una agradable experiencia acercarse. Un festival en el que, a pesar de la corta duración de los conciertos, siempre se puede disfrutar de muy buenos conciertos, de un carácter muy familiar y cercano y con un gran ambiente, sin masificaciones y a un precio (generalmente) bastante asequible. Todo ello muy de agradecer en esta ciudad y estos tiempos. Esperemos que nunca pierda su esencia. Larga vida al Let's festival!!
Joer, qué flipada, aquí ha habido una especie de conexión cósmica. Ayer estuve oyendo precisamente en la bici esta canción. No me disgustaría nada ver a este grupo en directo. Brillante reseña, en tu onda habitual. Besets.
ResponderEliminarPues sí!!! Ya decía yo que estos seguro que te gustaban, al menos con alguna de sus canciones te convencían, y acerté!! Esta es que es increíble, y si puedes verles en directo acércate porque son increíbles.
EliminarMuchas gracias, como siempre!!
Besets!!!