La noche más larga del año. El solsticio de invierno. El día en que finaliza la agonía de los días cada día más cortos. El sol de otoño tiene los días contados, y poco a poco volverá la luminosidad a nuestro alrededor. Pero ello alberga una enorme trampa. Empieza el invierno, amigos. Los días cada vez serán más largos, pero nos esperan las temperaturas más bajas, los días de capas de ropa y bufandas y guantes y no querer salir de casa, aunque afortunadamente donde yo vivo eso en realidad sólo pase en días contados, pero de los que vives con intensidad.
Quisiera darle la bienvenida con uno de los temas de este año, a mi parecer. Una canción que, desde sus primeras notas, me conmueve como pocas. Cuando leí que James Blake, uno de los artífices de ese género de electrónica que es el dubstep (y que a mí personalmente me cuesta de digerir, no lo negaré), iba a grabar una canción con Bon Iver, sentí bastante indiferencia. Pensé que por mucho que el grande de Justin Vernon estuviera ahí metido, probablemente no me gustaría. Pero cuando salió me pudo la curiosidad. Quizás fue por el momento en que la escuché, una de esas noches en las que, antes de cenar, arreglaba mi habitación, allá por
Septiembre. Pero quedé maravillada, finalmente el toque Vernon me pudo, e hizo que una canción que podría perfectamente no llamarme la atención se convirtiera en una de mis favoritas. Reconozco que suena extraña, fría como este invierno, pero a su vez me llega hasta el alma con esa voz, esos arreglos made in Bon Iver y esos cortes rítmicos irregulares. Una delicia, finalmente. Espero que os guste.
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