Hoy me he despertado con ganas de Sunday drivers. Un molesto resfriado se apoderó de mi cuerpo y me encuentro rara, no débil ni postrada en cama, pero con necesidad de música de aquella que yo denomino música-manta. Música reconfortante, que me dé calidez y me mezca como si retrocediera 28 años y me encontrara aún en mi cuna. Titubeé y consideré la opción de quedarme en casa todo el día reposando, me costó desprenderme de las sábanas y levantarme, pero finalmente encontré la fortaleza para hacerlo, porque quizás no sea para tanto y acabe agobiándome. Pero aún así, siento la necesidad de algo suave y cálido, como he dicho más arriba, como el mantón-bufanda de lana rojo que por fin cubre mi cuello y mi espalda aposentado sobre mi abrigo o sobre mi jersey, de las pocas cosas que disfruto de vestir en invierno.
Abro mi carpeta de música y me topo con el "Tiny telephone", mi disco favorito, y no puedo decidirme por sólo una canción. Pasé por aquí mi favorita, "Sing when you're happy", hace cosa de un año; pero revisándolo me doy cuenta de que no sobra ni un sólo tema. Es lo que tienen los buenos discos. Ni las canciones más movidas se libran de esa dulce y alegre melancolía que impregna todo el disco, que se recrea a su gusto y con amplitud en los temas más lentos. Con esas guitarras que rasgan el alma y nos hacen movernos, la preciosa voz de Jero Romero (que hace poco presentó su proyecto en solitario) y unos ecos inconfundibles a los Beatles más cálidos, es un grupo que fácilmente consiguió hacer un hueco en el corazón de muchos. En la dificultad de escoger un tema, hasta el final del redactado de esta entrada no lo decidí, pero mal que me cueste, finalmente me decanto por "Paranoid", una de las más lentas y melancólicas, y la que me enganchó a ellos y a este disco cuando mi compañera de laboratorio la hacía sonar en un mix de canciones que se ponía ella para trabajar. Porque, aparte de eso, es de las que más cumplen esa misión que he descrito arriba, una de las más reconfortantes del mismo, una delicia de tema ideal también para acompañar la nostalgia y la melancolía propia de estos días previos a la Navidad. Espero que la disfrutéis.
Una de mis preferidas de los domingueros!
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