The skin of my yellow country teeth - Clap your hands say yeah

La magia de los momentos, de las noches, de los días improvisados. De aquello que no te esperas, de esa noche que iba a ser tranquila, solitaria, de peli y sofá, pero en cuestión de segundos se convierte en algo muy distinto, fuera o dentro de casa, qué más da. De aquel día supuestamente aburrido y sin planes que después pasa a ser uno de los mejores en una temporada. Porque al final las mejores noches de fiesta son aquellas que no planeas, los días más provechosos aquellos para los que tenías definida una hoja en blanco. Y lo mejor de todo es si estos momentos improvisados lo son tanto para ti como para aquellos con los que los compartes, porque posiblemente sean tema de conversación y nido de futuras nostalgias.

Todo ello, si tiene banda sonora, qué mejor. Nunca dejará de resultar curioso como algo que al principio nunca me llamó la atención de repente me atrape por una canción, que no me la quite de la cabeza. Que aquello que quizás me molestaba al principio, esa voz arrastrada y desafinada, deje de molestarme y me quede con el conjunto, con ese acompañamiento musical que, sin tener nada de especial en realidad, nada que no hayamos oído en mil otras canciones indies, me haga disfrutar como una enana al escucharlo, al tener oportunidad de bailarlo. Porque quizás no recuerde el momento en que me caló, quizás entre mil buenísimas canciones una noche en una discoteca con esas mismas personas con las que comparto estos momentos improvisados. Porque finalmente el bucle se cierra y sonrío. Y me doy cuenta de lo feliz que soy con lo que me rodea, con los que me rodean. Del disco de debut de esta formación norteamericana, llamado como la misma, del año 2005. Que disfrutéis de la canción.