Si el miércoles pasado viajábamos pocos años, hoy viajamos aún menos, exactamente dos años menos. Septiembre de 2007, después de un auténtico verano de transición, de medio trabajo y medio descanso, quizás otro de los que recuerdo con más cariño de estos últimos años. Había acabado la carrera hacía escasos dos meses, y después de tomarme voluntariamente el verano como tregua empecé a trabajar donde estoy ahora. Los primeros días fueron inciertos, algo totalmente nuevo, rutinas recién salidas del horno para mí, me sentí de una manera similar a cuando empecé la universidad, o cuando me cambié de universidad y vine a Barcelona. Gente nueva a mi alrededor, millones de cosas a aprender, desorientación y sentimiento de que todo me iba tres tallas grande. En el fondo quizás no sería más que la inmadurez propia de una recién licenciada recién salida al mundo real.
Cuatro años han pasado ya, muchos menos me quedan para acabar mi trabajo allí, y el recuerdo de los inicios te hace pensar en todo lo que he vivido, en todo lo que he cambiado. En la suerte que he tenido de ir a parar allí, algo que ni se me pasaba por la cabeza aquellos primeros días. Mañanas en las que subía por la cuesta que lleva desde el metro hasta el centro de trabajo en sí enchufada, como no podía ser menos, a un viejo ipod que me regalaron y me duró menos de seis meses. Muchas canciones me acompañaban en esos momentos, pero una de ellas era esta de Muse, de su cuarto disco "Black holes and revelations", que escuchaba casi con obsesión en aquel momento, recién descubiertos para mí como eran. Un disco un tanto oscuro, considerado quizás menor por aquellos que los conocían de hacía más tiempo, pero que a mí me enganchó sobremanera. Años después lo escucho y me parece un buen disco, qué queréis que os diga, a pesar de todos los buenos recuerdos que me trae. Dejemos que pase un tiempo, quizás sea valorado en su justa medida.
Canciones anteriores:
- Hysteria
- Plug in baby
Yo suelo sentirme un bicho raro cuando hablo de los mejores discos de un grupo en concreto, porque casi siempre suelo escoger el que menos llama la atención o, según algunos, el más flojo.
ResponderEliminarY aunque Black Holes And Revelations no me parece el mejor disco de Muse, me parece muy bueno. Tiene auténticos temazos como el que has puesto hoy, aunque mi favorito (de Muse, no solo de este disco) siempre será Map Of The Problematique. Ya solo por eso, deberían tenerlo en mayor consideración. Además, por ahora no han quitado en los setlists de sus conciertos 3 temas de este disco, y en la última gira incluso añadieron otro. Por algo será...
Un abrazo!
Midori, a mí en ocasiones me sucede igual que a ti. En el caso de Muse, quizás porque los conocí tarde, y con este disco, los valoro de otra manera sin aferrarme al "los primeros discos eran los mejores y después no han sabido hacer nada más". La épica que ganaron con los años he de reconocer que me gusta, y demuestra, además, el vasto conocimiento musical que tiene Matt Bellamy, con ese coqueteo con la clásica que se lleva (y que me encanta).
ResponderEliminarNo es el mejor disco de Muse, en eso estoy de acuerdo, pero es muy bueno. El tema que indicas también es una pasada, y qué me dices del grandísimo "Starlight"?? Cualquiera de los tres, al sonar en directo, es espectacular. Cuando los escuché, a mí me pusieron los pelos de punta; bueno, en realidad los tuve en casi todo el concierto. Son enormes en directo.
un abrazo!!!