Empiezan los días de recogimiento, de ganas de volver a casa después del trabajo y cobijarse bajo la manta, de salir del trabajo cuando ya es de noche y ver que poco o nada más puede ofrecer el día, aunque sólo sea una sensación. Es Noviembre, el mes de la melancolía por antonomasia, el mes gris, de la lluvia, de las tardes cada vez más oscuras, de los primeros fríos, el mes en el que el otoño nos va meciendo suavemente para que el frío invierno nos encuentre aclimatados, instalados en su tranquila dinámica. Como he dicho muchas veces por aquí, de adolescente era una auténtica fanática de estos días, con los años revertí radicalmente esa tendencia; pero este año parece que por fin me estoy reconciliando con ellos, porque la perspectiva de los mismos me está resultando incluso apetecible. Quizás sean todos los cambios que han sucedido en mi vida, o quizás el hecho de que parece que por fin, después de muchísimo tiempo, más del que pensaba, parezco haber encontrado una cierta paz interior; sí, tan cursi como suena.
Me apetece rescatar una de esas canciones confortables que me acompañaron hace muchos otoños, y de repente mi memoria se posó sobre una que formó parte de la banda sonora de mi primer Noviembre universitario. Ya habían pasado los primeros días y la broma ya dejaba de serlo, empezaba el trabajo duro, las tardes de prácticas hasta el anochecer, pero también las primeras complicidades, las primeras amistades, el volver a casa en autobús de noche y mirar por la ventana las luces de la ciudad, de los coches en la carretera, todos con ganas de volver a la calidez del hogar. Y para acompañar momentos como esos, esta tranquila canción, que años después sonó de manera cansina en las promos de tv1, y que he tardado años en volver a escuchar y reconciliarme con ella, redescubriendo en ella una canción que me transmite una aplastante sensación de comodidad, de bienestar. Del disco de debut de la formación británica de downtempo Zero 7, un tema del año 2001, su canción más asequible, disfrazada de sutil electrónica pero apta para todos los paladares, con un resultado plácido y agradable. Espero que os guste.
Tengo este disco en casa. Pero por SIA FURLER -Mas conocida simplemente como SIA- que es la vocalista de este y otros cortes del disco. Porque ya sabes que Zero 7 es uno de estos proyectos musicales como Groove Armada o Massive Attack y a veces Air que suele contratar a distintos vocalistas para sus cortes.
ResponderEliminarYa sabes que no es el tipo de música que me gusta y sí la que mas critico. Pero cuando contratan a algún vocalista que me gusta, como es el caso, hago la excepción. Por cierto, te recomiendo la discografía de SIA yo la saco cada vez que puedo en mis dos blogs. Porque considero que es bastante interesante y que no es lo suficientemente conocida.
No conocia este grupo la canción me suena en el fondo de la memoria, supongo que por haberla visto en la tele, a pesar de lo poco que frecuento el medio. El resultado final, me parece agradable, el resto de canciones de Zero 7, que se pueden escuchar como recomendación de "you-tube" está bien, no es la musica que prefiero y por eso no conozco casi nada, pero no está mal
ResponderEliminarMidas, sé que detestas este tipo de música pero intuía que esta canción te gustaría, es demasiado elegante y la voz es tan bonita que algo me decía que sí que te gustaría. Te he de decir que escuché el disco entero hace cosa de unos cuatro años y en su conjunto me resultó tremendamente aburrido, pero esta canción me hipnotiza, son esas pequeñas excepciones que tiene la electrónica. Anoto la recomendación y gracias por indicar el nombre de la cantante, tiene una voz preciosa, muy sugerente.
ResponderEliminarJesús, probablemente la conocieras porque sonó hasta la saciedad en una promo de tv1 hace bastantes años. Me alegro de que te guste la canción, es muy asequible y muy agradable de oír, el resto del disco quizás sea más durillo, tiene que gustarte el género para que lo disfrutes.
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