Aviso para navegantes (de este blog): diabéticos, absténgase de seguir leyendo (o haganlo de manera un poco diagonal). Porque lo siento mucho, pero creo que vuestra glucosa en sangre puede verse ligeramente aumentada tras leer las impresiones provocadas por el concierto de Fleet foxes anoche en el Auditori. Desde que voy frecuentemente a conciertos, pocas veces hasta ahora he repetido grupo, pero cuando supe que la banda de Robin Pecknold (alias "Robin de los bosques", por cortesía de Txarls) volvían a Barcelona después de su mágica actuación en el Primavera Sound de este mismo año, poco me pensé el volver a pagar para verlos, y menos aún teniendo en cuenta que era un lugar como el Auditori, de acústica impecable. Ese concierto realmente era difícil de superar, pero así fue, aunque la sensación general fuera en realidad muy diferente entre las dos ocasiones.
Tras encontrarnos, Txarls, Víctor, Uri (a quien tuvimos el privilegio de conocer en persona) y yo, fuimos hacia el Auditori y nos sorprendimos de ver una importante cola formada a más de dos horas de inicio del evento, que nos negamos en rotundo a hacer y la cambiamos por unas cervezas, aún a riesgo de no poder estar en primeras filas y tener que conformarnos finalmente con un buen lugar en primera fila del tercer piso, desde el cual también se veía y se oía estupendamente. La única lástima fue no poder estar en el concierto junto a JMHulme, Vanessa y Julia, que sí que tuvieron ánimos para colocarse en la cola y coger un sitio mejor en platea, y tener que conformarnos con intercambiar cuatro entusiastas impresiones tras acabar el concierto, apurando para no perder el último metro. Puntuales empezaron los teloneros, unos sosillos Vetiver, en un Auditori repleto de gente expectante de ver a los de Seattle. Que aparecieron también puntualmente en el escenario, empezando suavemente con la instrumental "The cascades", y dejándonos bastante claro, desde el inicio, que no iban a lucirse como grandes comunicadores sinó simplemente a ofrecernos su música de la manera más pura posible.
Alternaron temas de sus dos álbumes, tocando algunos que no escuchamos en Mayo, como uno de mis favoritos, "Bedouin dress", toda una emocionante sorpresa, y también "Sim sala bim", "The plains/Bitter dancer", "Your protector"o "Red squirrel/Sun it rises". Disculpad que no pueda enumerar ni todos los temas, ni su orden exacto. Para mi, dos de los momentos más emocionantes fue volver a revivir "White winter hymnal" seguida de "Ragged wood", en el cual las lágrimas volvieron a fluir como en mayo; y una maravillosa "The shrine/An argument" seguida de la íntima "Blue spotted tail". Antes del bis dejaron en el tintero algunas de las más esperadas, como "Montezuma", que finalmente no sonó y se echó de menos, pero en su lugar sonaron las bonitas "Lorelai" y "Blue ridge mountains" (que no podía faltar), acabando con la apoteósica "Helplessness blues", que volvió a ponerme los pelos de punta y hizo que unas leves (y ya disimuladas) lágrimas volveran a hacer acto de presencia.
Si en disco suenan fantásticos, en directo son aún mejores. Lo suyo es pura magia en el escenario, y aparte de eso, demuestran que musicalmente son impecables, que sus canciones van más allá del pop simple de desarrollo-estribillo-desarrollo-estribillo-coda-estribillo. No sólo eso, sinó que sus polifonías suenan celestiales; y lo mejor de toda su propuesta sobre el escenario es que combinan los momentos intensos y cañeros con otros más suaves e íntimos (en los cuales el público acompaña con un brillante silencio sepulcral), en una misma canción, pasando de unos a otros de manera magistral, al más puro estilo de las mejores interpretaciones de música clásica, lo cual los hace musicalmente aún más interesantes.
Podría hacer una analogía entre todo lo sentido anoche durante el concierto (y durante las horas posteriores) con el estar recién enamorado, en el inicio de un amor. Por mucho tiempo que haga que no siento nada similar, no me es difícil recordar lo que era, y menos aún compararlo con las sensaciones vividas durante la hora y media de recital. Porque cuando estás enamorado te encuentras en una nube de la que no quieres que te bajen por nada del mundo. Te evades y pierdes la cabeza, te olvidas de tu entorno, te dejas llevar por la otra persona, te sumerges en ti mismo y tus propios pensamientos. Quieres que no acabe nunca, que ese torrente de emociones no se agote. Lloras, ríes y lo sientes todo a la décima potencia, pero sientes una cierta vergüenza si los demás lo notan demasiado. Ya puede acabarse el mundo a tu alrededor que todo te da igual, que no te das cuenta de nada más; como ayer al acabar el concierto y abrieron las luces, que caí de repente en la cuenta del frío que hacía en la sala.
Acompaño esta crónica con la canción que escogieron antes de ir al descanso previo al bis, la que se encarga de cerrar el segundo disco, una de las mejores del mismo, que casi que resume toda la esencia de esta banda que se está ganando cada vez más un lugar en mi podio personal de mis bandas favoritas, si es que no lo tiene ya ganado. Porque sus canciones y el recuerdo de lo vivido en su directo pervivirá en mi mente varios días. Que la disfrutéis.
Yo hacía mucho que no lloraba en un concierto, creo que desde Antony, esperemos que sepan llevar su exitosa carrera. En estos conciertos les ha faltado transmitir más magia como grupo, yo miré más las proyecciones que a ellos.
ResponderEliminarBesos.
A este tipo de conciertos me refería cuando hablabamos que sólo puedes hablar de ellos con quien haya estado y pueda comprenderte sin parecer una lunatica.
Bueno, ahora ya con la cosa más aposentada, creo que ya puedo poner mi opinión sobre el concierto de ayer. Espero que no te moleste, pero como no creo que vaya ha escribir en mi blog, me alargaré un poquillo en el comentario.
ResponderEliminarComo ya dije, me resultaba curioso como sería un concierto así toditos sentados y en un escenario como el auditori, recinto que solo había pisado para escuchar música clásica.
Y así empezó el concierto con los Vetiver. Buenas melodías, pero les faltaba un hervor o como decía Txarls completamente planos, hasta llegar a ser sedantes, añado yo.
Y por fin Fleet Foxes. Impecables. Musicalmente perfectos y sacándole más partido a las canciones en directo que en el estudio, cosa que solo pueden hacer los escogidos. Para comprobarlo, esta mañana me he tragado los dos discos del tirón.
Puede que resultaran fríos, pero es que el ambiente también era frío (costaba que la gente siguiera las palmas cuando el propio grupo lo pedía). Yo casi más que cantar las canciones las susurraba para no molestar... no fuera alguien a pegarme el toque (de hecho creo que la chica de mi derecha... ¿o era un chico? se giró a mirarme cuando me emocioné un pelín y subí el volumen con Your protector).
Aun así, toda un experiencia pero casi más cercana a lo que resulta un concierto de música clásica que a lo que es un concierto de rock standard (ya sabéis, cantando las canciones y pegando unos botes).
Ah, y lo mejor la compañía. Esto lo tenemos que repetir con otro concierto.
P.D.: ¿Todo el rato a tu lado y me perdí esas lágrimas?
Viola, yo tengo una cierta facilidad para hacerlo, pero no siempre me sucede. Y me alegra leer tanto d eti como de otra gente que no fui la única que lloró en estos conciertos. Si que es cierto que estuvieron más fríos que en el PS, pero musicalmente fueron superiores, estuvieron impecables. Espero que no sea verdad lo que dices en tu respuesta a mi comentario, que me da un trauma!!! Y sí... cualquiera que lea esto y no sepa lo que es, se piensa que estoy de atar.
ResponderEliminarUn beso!!!
Uri, para nada me importa que tu comentario sea tan largo, sinó más bien al contrario, me encanta. Tu comentario completa lo escrito por mí y le da un toque de "seny" y de seriedad que yo no he podido poner. Estoy completamente de acuerdo con todo lo que dices, resultaron un poco fríos, también lo comentó Txarls cuando volvíamos en metro, pero creo que musicalmente compensaron con creces. Respecto al ambiente, tengo que decirte que me gustó que en determinados momentos íntimos hubiera ese silencio sepulcral, pero en otros momentos más movidos eché de menos un público más animado, muchas veces me quedé con ganas de llevar el ritmo con las palmas. Vaya imbécil la/el de al lado, me pone nerviosa la gente así, tampoco hace falta ser así!!! En fin, lo malo que tienen los conciertos en lugares así, me pasó algo similar en el Palau de la música hace una semana.
ResponderEliminarNo sabes lo que me alegro de que te gustara tanto el concierto, tanto que te insistí para que vinieras, como no hubiera sido así me hubiera sabido fatal!! Y sí, fue un placer conocerte en persona, me alegro de que te lo pasaras bien con nosotros, ya te iremos avisando a qué conciertos vamos, que estás más que invitado a venir con nosotros, y tanto que se repetirá!! Ya sabes que te acabaremos abduciendo en la secta del Primavera!!! :-p
Un abrazo!!!
PD: no te diste cuenta de que estuve de cara al final del concierto un bueeeeeeeeeeeen rato apoyada hacia adelante???? Entre eso y el pelo que me cubría a los lados, ya me cuidé bien de que no os dieráis cuenta :-p (lo reconozco, me da un poco de vergüenza que me vean llorar).
Me ha encantado tu crónica. Yo estuve allí, en primera fila, y secundo todo lo dicho: opiniones, emociones, lagrimitas y semejanza con lo que suele ser un inicio de relación amorosa (curiosamente los conocí en el 2008 a la par que a mi novio, y llevábamos, los dos, tres años deseando verlos en directo, así que lo viví con la misma intensidad que aquellos primeros días en que éramos aún casi desconocidos y tratábamos de aprender a tocar Mykonos con la guitarra).
ResponderEliminarVetiver me gustaban mucho en casa pero allí llegué a echar un par de cabezaditas, literalmente. Con Fleet Foxes fue diferente. Sobran las palabras, fue maravilloso en todos los sentidos.
El único "pero", el puto bafle que tenía justo delante, que rompió el encanto de estar en la primera fila (ya lo sé para otra vez). Dos horas de cola para que casi me rompiera los tímpanos... pero aún así, lo volvería a repetir.
http://youtu.be/3__KQLaNAuw
Un saludo.
Yo me los he perdido en Madrid, pero prometo darles una oportunidad en la próxima.
ResponderEliminarBuena crónica.
Besos.
Menlove Avenue, bienvenida a este blog!! Espero que encuentres más cosillas que te gusten por aquí!!!
ResponderEliminarGracias por lo que dices, me alegro de que te haya gustado la crónica, y más aún que compartas lo que sentí viendo a esta gente en el Auditori. Han pasado tres días y no se me olvida, a medida que pasa el tiempo te das cuenta de la grandeza de lo que viste. Qué bonita la historia con tu novio, sin duda debió de ser algo muy especial, qué suerte compartir estas cosas con tu pareja.
Lo de Vetiver fue muy, muy flojo, y mira que les tenía ganas. De todos modos, me da la sensación de que el escenario se les hacía grande.
Muchas gracias por el enlace del vídeo de cosecha propia, es genial.
Un saludo!!
Savoy, pues a la próxima no te los pierdas, si te gustan sus canciones, fliparás con el directo. Son mágicos. Gracias, me alegro de que te gustara la crónica, yo que empiezo a pensar que me pasé tres pueblos.
ResponderEliminarBesos.