Apareció en escena toda natural, acompañada por cuatro excelentes músicos, un teclista/pianista, un guitarrista, un bajo y un batería, que fueron la guinda a su recital. No paró de dirigirse al público en todo el concierto, explicando algunas de sus canciones e intentando decir alguna que otra palabra en español o catalán, resultando de lo más simpática. Pero carisma aparte, durante la hora y media de concierto nos ofreció una demostración más que sobrada de que estamos ante una de las mejores voces de la actualidad. Porque es sencillamente mágica. Si lo resulta en disco, en directo es algo difícil de describir. Y más teniendo en cuenta que improvisa y modifica las melodías de sus canciones, jugando con las mismas y desafiando en todo momento su voz, sonando deliciosa. Y más aún acompañada de una excelente banda, a la que dejaba en cada canción un momento para la improvisación, para su lucimiento, que hizo del concierto una auténtica experiencia. Y es que nos dejó muy claro (al menos a mí, que no estoy muy hecha en este tipo de recitales) que el jazz es, sobretodo, improvisación, que lo que sale en un momento determinado quizás no se vuelve a escuchar en otro, que cada minuto musical es único e irrepetible. Algo que volví a experimentar anoche acudiendo a una deliciosa sesión de jazz en un local barcelonés.
En cuanto al repertorio, muchos temíamos que se focalizara en su último disco, un poco más arriesgado que los anteriores y menos jazz, pero nos llevamos la segunda sorpresa de la noche al comprobar que focalizó casi todo su repertorio en el "Careless love", su disco más mítico, aunque también sonaron canciones del resto de disco y unas dos o tres del nuevo. Parece saber lo que la gente quiere escuchar, y es un detalle por su parte, ya que se trataba de un concierto para una gran audiencia, y no sólo para fans en un lugar pequeño. Sonaron "Between the bars", "You're gonna make me lonesome when you go", la esperadísima y celebradísima versión de Leonard Cohen de "Dance me to the end of love", una de sus mayores delicias, "Careless love" o "Don't cry baby", por nombrar algunas que reconocí del "Careless love". Sonó también, en uno de los momentos más bonitos del concierto, en el cual los cuatro músicos se acercaron a ella, la preciosa "La Javanaise" de Serge Gainsbourg. Me es difícil acordarme de todas las canciones que sonaron, en parte porque no controlo al completo su discografía, en parte porque me falla la memoria después de tantos días.
Pero la que no olvido es esta con la que acompaño la crónica, la encargada de abrir su penúltimo disco, "Bare bones", del año 2009, escrita por ella. Una canción positiva y alegre, que sirvió para acabar el concierto, antes del bis, por todo lo alto, y que fue de las que más me emocionó escuchar. Una de esas canciones con sabor a jazz antiguo, que me hacen recordar que fue Woody Allen con la música de sus películas el que hizo que me gustara este tipo de música. Os dejo con la versión del disco, y una versión en directo en un programa de televisión norteamericana, que os puede ayudar a haceros una idea de lo que comentaba de sus improvisaciones en directo. Espero que os guste.
El jazz gana en directo, un abrazo!
ResponderEliminarComo ya sabes, yo también pude verla en directo y es toda una experiencia. Se gana al público en la segunda canción. -Que no todos son aficionados al Jazz- Yo volvería a ir a verla probablemente si tuviese oportunidad. Cuando fui a verla solo tenía dos discos editados y nos cantó en CARELESS LOVE entero de principio a fin y nos sorprendió con una versión muy particular de LA VIE EN ROSE y algún que otro extra. Recuerdo que también salimos todos muy contentos. Y ya que dices que es una de las mejores voces. Yo añado que es una de las mejores vocalistas femeninas de Jazz. Porque yo he visto en directo a Diana Krall -Que es la mas reconocida- Stacy Kent y Cassandra Wilson y probablemente me quede con Madeleine Peyroux.
ResponderEliminarSilvo, sí, es toda una experiencia, y creo que es lo que lo hace tan especial y tan interesante musicalmente. no te falta razón. Abrazos!!
ResponderEliminarMidas, supongo que lo debiste ver tú debió ser más especial que el concierto que yo vi, y aún así me pareció una auténtica maravilla. Yo creo que la clave está en ella, en su voz, su carisma y supongo que el buen ojo que tiene para escoger los músicos adecuados para acompañarla. Qué lastima no haber escuchado "La vie en Rose", qué maravilla. Me conformo con que tocara tantos temas del "Careless love", fue toda una sorpresa para mí. Y sí, considero que es una de las voces más bonitas que he escuchado en mucho tiempo, aunque también te digo que en jazz no conozco a tantas como para valorarlo, pero ella es muy , muy especial. Qué gran mujer.
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